Monseñor Marcelo Raúl Martorell, obispo de Puerto Iguazú, llamó a los fieles a alentar el llamado a las vocaciones de vida consagrada ofreciendo los hijos a Dios e invitando a los jóvenes a no tener miedo de responder a la vocación religiosa. Estimó que hoy se nos presenta la vocación a través de las figuras del profeta Isaías, san Pedro y san Pablo, y rescató de ellos la humildad, la obediencia, la disponibilidad y la valentía.
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, expresó este domingo que las lecturas propuestas para la celebración de la misa presentaron como tema central la vocación, ese llamado que es "exclusiva decisión y elección" de Dios, pero que también produce incomprensión, rechazo, maledicencias e incluso persecuciones. El prelado llamó a tener ojos de fe para contemplar la acción de Dios en la cotidianeidad: No tenemos ojos de fe. Pidamos una mirada de fe para que sepamos reconocerlo, no vaya a ser cosa que como en el Evangelio el Señor pase en medio nuestro y siga su camino".