El predicador de la Casa Pontificia volvió a la universidad donde fue alumno y profesor para celebrar el centenario de su fundación y animó a los futuros médicos: una caricia puede hacer mucho bien.
El papa Francisco concluyó este viernes los ejercicios espirituales de Cuaresma junto con miembros de la Curia romana y agradeció al el abad Bernardo Francesco Maria Gianni OSBOliv, de la abadía de San Miniato al Monte, por predicarles sobre la esperanza, el trabajo y la paciencia. "Me ha impresionado tu trabajo para hacernos entrar, como hizo el Verbo, en lo humano; y entender que Dios siempre se hace presente en lo humano", subrayó.