El arzobispado de Santiago de Compostela aconsejó a los párrocos y a los vecinos a que guarden en museos o centros similares los tesoros artísticos importantes que se conserven en las iglesias con el fin de evitar su deterioro o que sean sustraídos. Según explica el arzobispado, las piezas que se trasladen deberán reunir dos condiciones: que "no sean utilizadas para el culto" y que "no se pueda garantizar su mantenimiento adecuado".