El máximo tribunal resolvió que las fiestas del Patrono Santiago y de la Virgen del Carmen de Cuyo "no contravienen el principio de neutralidad religiosa que debe prevalecer en las escuelas públicas".
"Durante casi cincuenta años, Estados Unidos sostuvo una ley injusta que permitía a unos decidir si otros podrían vivir o morir", escriben los obispos en una declaración especial.
Los obispos mexicanos piden que reconozcan plenamente el derecho a la vida sin discriminación antes o después de nacer; sin regresiones ni condiciones injustas y sin caer en la "cultura del descarte".
"No a los abusos de poder, sí a los caminos de diálogo", piden los prelados en un comunicado.