El Limosnero de la Santa Sede, cardenal Konrad Krajewski, asistió económicamente a un grupo de transexuales latinoamericanos que habían solicitado ayuda a la parroquia romana de Torvaianica.
El papa Francisco envió por correo electrónico un mensaje animando en su labor a la monja carmelita de clausura, Mónica Astorga, del monasterio del barrio Centenario, de la ciudad del Neuquén, desde donde hace 11 años trabaja junto con personas transexuales para que abandonen la prostitución y las adicciones. "A vos y al convento los tengo cercanos a mi corazón, como también a las personas con las que trabajan. Se lo podés decir", escribió el pontífice.