Hasta 2014, los metropolitanos recibían el palio -signo de su dignidad- de manos del Papa en la Basílica de San Pedro del Vaticano, en la festividad de los santos Pedro y Pablo, 29 de junio.
En el encuentro con el clero de la diócesis de Roma, el Papa animó a los sacerdotes a construir la unidad y cumplir con valentía y proféticamente su vocación.
Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, anunció esta entrega, destacando que "la Obra", siguió el camino marcado por el Vaticano en el motu proprio Ad Charisma Tuendum.
En su catequesis semanal el Santo Padre reflexionó sobre el relato evangélico de la curación del hombre ciego que gritó a Jesús y comenzó a seguirlo después de recuperar la vista.