"Lo extraordinario de la esperanza es que su presencia lo cambia todo, incluso cuando exteriormente nada cambia", señaló el predicador pontificio en su cuarto sermón de Cuaresma.
En su quinta meditación, el predicador vaticano explicó el significado de ese encuentro: "Es como encontrarse con una persona en vivo, después de haberla conocido durante años sólo en fotografía".