Está en la localidad de Piedra Blanca y consiste en una imagen del fraile franciscano catamarqueño, quien se encuentra sentado con actitud de escucha en un banco estilo antiguo.
El obispo de Catamarca pidió la intercesión de la Virgen María y el beato Mamerto Esquiú para reconstruir los vínculos y aprender a ayudarse los unos a los otros.