"Necesitamos fortalecer nuestra esperanza, que es ardua pero es cierta" planteó el obispo de San Isidro, y subrayó: "La Palabra del Señor y su promesa no pueden engañarse ni engañarnos".
El obispo aclara que "es una ficción, no un documental", afirma que "en buena medida" estereotipa a las iglesias evangélicas y considera preocupante la "mezcla indebida" entre religión y política.