El obispo castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad invitó a "recuperar el corazón de carne, que lata con una gran empatía, con misericordia y con gran fraternidad" hacia los detenidos.
Mons. Santiago Olivera advirtió que en casos superan los dos años sin proceso ni condena y criticó que a muchos, de edad avanzada y enfermos, no se les permite la domiciliaria, incluso en pandemia.