Se trataba de una de las pocas emisoras católicas que quedaban en el país tras la ofensiva contra la Iglesia emprendida por el régimen de ese país centroamericano.
El papa Francisco le pidió al obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, que lo ayude en Roma, por lo que el prelado y el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, explicaron en rueda de prensa los motivos de esta solicitud especial del pontífice para que abandone Nicaragua en plena crisis institucional del país.