El arzobispo sanjuanino animó a vivir la fe como camino y apertura. "Caminar juntos, construir puentes, escuchar a todos, trabajar por la paz en un mundo herido por guerras y divisiones", sostuvo.
El arzobispo agradeció el servicio de los diáconos permanentes en la Iglesia, a quienes definió como "presencia visible de Aquel que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida por todos".
El arzobispo sanjuanino los exhortó a dejarse sorprender nuevamente por la frescura del Evangelio, para contagiar esperanza "en medio de un mundo tantas veces herido, dividido, confundido".
La primera sesión se centró en la escucha, uno de los tres grandes temas que orientan el camino sinodal. Serán un total de cinco sesiones.