Cristianos iraquíes no pudieron participar del Encuentro Mundial de las Familias, que se desarrolla en Dublín (Irlanda) y al que asistirá el papa Francisco durante el fin de semana, porque las autoridades irlandeses no les otorgaron las visas de ingreso a ese país europeo. "Es un hecho terrible", denunció monseñor Shlemon Audish Warduni, obispo auxiliar de Bagdad.