Tras la destrucción de la central hidroeléctrica de Kajovka, decenas de localidades ucranianas y la ciudad de Jersón fueron inundadas por el río Dniéper.
Francisco lo hace en el prefacio a un libro de Gaël Giraud y Carlo Petrini, titulado "El gusto por cambiar. La transición ecológica como camino hacia la felicidad".
"El deber de custodiar la creación desafía a todas las personas de buena voluntad y reclama a todos los cristianos a reconocer las raíces espirituales de la crisis ecológica, cooperando en el ofrecimiento de una respuesta no ambigua", escribió el papa Francisco en el mensaje dirigido al Patriarca ecuménico Bartolomé I y a los participantes en el IX Simposio Internacional dedicado a la protección y preservación del medio ambiente, que inició ayer en Atenas.