El párroco de la catedral Nuestra Señora de la Encarnación, presbítero Marcelo Barrionuevo, presidió en este templo el ritual de coronación de la imagen de Nuestra Señora de la Sonrisa, que se venera en ese templo de la capital tucumana. "Coronar una imagen de la Virgen no es otra cosa que hacer un reconocimiento del reinado de María sobre nuestras vidas. Es un reconocer que entregamos la vida para que Ella nos proteja", destacó el sacerdote.