"Cada vez tenemos menos libertad también aquí entre nosotros, denunciarlo es un deber moral", expresó el cardenal Joseph Zen Ze-Kiun, obispo emérito de Hong Kong al liderar a un grupo de cristianos, de todas las denominaciones, que pidieron al gobierno central de Pekín que desista de demoler cruces en China continental, y que libere a los líderes religiosos encarcelados.