Viernes 26 de abril de 2024

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Anunciemos y testimoniemos a Jesús hasta los confines de la tierra

Editorial de monseñor José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa, para el suplemento diocesano "Peregrinamos", órgano de difusión de la diócesis (Ocutbre de 2021)

Después de haber vivido y celebrado, con gran gozo, muchos acontecimientos durante el pasado mes de septiembre, mes de la Biblia y de la Juventud, nos adentramos a vivir en octubre, mes de la Misión Universal y del Santo Rosario.

Recordemos con gratitud haber podido participar presencialmente -que no es poca cosa, en aún de tiempo de pandemia-, de todos estos hechos:

  • La Beatificación de Fray Mamerto Esquiú, en su querida y bella provincia de Catamarca, quién como como Pastor y Peregrino, Testimonio de Unidad, nos aleccionaba a todos a progresar en el camino de la santidad.
  • LosEjercicios Espirituales del Clero en nuestro reabierto Centro Juan Pablo II, con los lapachos en flor. Este año las reflexiones y meditaciones estuvieron a cargo de los Pbros. Feliciano Ibarrola y Mario A. Bissaro, exhortándonos a la conversión personal y pastoral, por una Iglesia sinodal para crecer juntos en fraternidad.
  • El Centenario de la Legión de María.
  • Reanudar las celebraciones del Sacramento de la Confirmación y de Las Fiestas Patronales en distintas Zonas Pastorales de la Diócesis.
  • Encuentro de Obispos de la Región del NEA.

La Palabra de Dios y la celebración de los Sacramentos nos ayudan a profundizar, cada vez más y con mayor intensidad, a crecer en la fe y a profesar, con mayor ardor, que JESUCRISTO ES EL SEÑOR DE TODOS. Ahora es el momento, por tanto, de Anunciar, Proclamar y Testimoniar su Nombre hasta los confines de la Tierra. Dejémonos guiar y conducir por el Espíritu Santo, primer y principal agente de la Evangelización.

Otro gran acontecimiento en este mes de octubre será la Apertura del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad, el próximo domingo 17 de octubre, en todas las Iglesias particulares del mundo, bajo el lema, Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación y misión. Estamos invitados a caminar juntos siguiendo las inspiraciones y los pasos que el Espíritu Santo nos sugiere en este tiempo que nos toca vivir, muy en sintonía con la Asamblea Eclesial de América y el Caribe.

Grandes Santos, Testigos de la FE y del AMOR de Jesús y de la Iglesia, nos acompañan durante este mes misionero; entre otros: Teresa del Niño Jesús, Francisco de Asís, Faustina Kolwalska, Bruno, Juan XXIII, Teresa de Jesús, Ignacio de Antioquía, Lucas Evangelista, Pablo de la Cruz, Juan Pablo II, Antonio M. Claret. Simón y Judas, Apóstoles; y, sobre todo, María, madre de Jesús, bajo las hermosas advocaciones de Nuestra Señora del Rosario y del Pilar.

Verdaderamente el Amor de Cristo nos apremia (2Cor 5,14) afirma Pablo; y, con los demás Apóstoles, también nosotros decimos: No podemos callar lo que hemos visto y oído (Hech 4, 20). Simón Pedro proclamó: Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación (Hech 4,12). Tres de sus últimos sucesores nos confirman en la misma fe de Iglesia: Anunciar y testimoniar a todos el Nombre de Jesús.

  • «Yo nunca me cansaría de hablar de él… ¡Jesucristo! Recordadlo: él es el objeto perenne de nuestra predicación, nuestro anhelo es que su nombre resuene hasta los confines de la tierra y por los siglos de los siglos» San Pablo VI.
  • «No se trata, pues, de inventar un nuevo programa… Se centra, en definitiva, en Cristo mismo, al que hay que conocer, amar e imitar, para vivir en él la vida trinitaria y transformar con él la historia hasta su perfeccionamiento en la Jerusalén celeste» San Juan Pablo II.
  • «Otros beben de otras fuentes. Para nosotros, ese manantial de dignidad humana y de fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo» Papa Francisco.

¡FELIZ Y BENDECIDO MES MISIONERO Y DEL SANTO ROSARIO!

Mons. José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa