Mons. Lugones convocó a una misión con la imagen de la Virgen de la Paz

  • 25 de enero, 2023
  • Lomas de Zamora (Buenos Aires) (AICA)
Fue durante las fiestas patronales en honor de la Virgen y los 160 años de la llegada de la réplica mariana. Invitó a pedirle a María que proteja a todos los hijos de este suelo e interceda por la paz

El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, presidió en la tarde de este martes 24 de enero una misa por la fiesta patronal diocesana en honor de Nuestra Señora de la Paz.

En el 160° aniversario de la llegada de la histórica réplica de la Virgen, convocó a una misión diocesana acompañada por la imagen mariana.

La misa central de la jornada, concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Ignacio Damián Medina, los obispos eméritos Gustavo Arturo Help (Venado Tuerto) y Luis Alberto Fernández (Rafaela), y los sacerdotes presentes, tuvo lugar en la Plaza Grigera frente a la catedral lomense. A su término se desarrolló la procesión con la imagen de la Virgen por los alrededores del centro lomense.

La Intendenta interina de Lomas de Zamora, Marina Lesci; el diputado y presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, Federico Otermín; y la directora de Culto del Municipio de Lomas, Sandra Batallini, asistieron a la misa, entre otros funcionarios.

En su homilía, monseñor Lugones recordó el 160° aniversario de la llegada de la histórica imagen de Nuestra Señora de la Paz, “en tiempos de luchas internas, odios y divisiones entre los argentinos”.

“Esta imagen que fue tallada por artesanos en España, fue encargada y donada por doña Juana Zorrilla de Grigera y estuvo provisoriamente dos años en el Templo de san Miguel Arcángel de la ciudad de Buenos Aires, hasta que fue luego entronizada en este templo de Lomas, futura catedral”, detalló.

Además, destacó que “providencialmente, este año, también estamos transitando los cuarenta años de continua democracia, la que –insistimos- debe ser siempre cuidada, perfeccionándola desde el diálogo, el compromiso y la participación de todo el pueblo”. 

Por estas razones, propuso un “tiempo jubilar” que esté “marcado especialmente por esta presencia protectora de María, que, desde su llegada al país, trae la misión de ser la Madre pacificadora, la que une y protege bajo su manto a todos los hijos de este suelo que, especialmente en los momentos significativos de dificultad y división, han confiado en ella y pedido su intercesión por la paz”.

Al convocar a la misión diocesana encabezada por la imagen de Nuestra Señora de la Paz, el obispo señaló que la Virgen “nuevamente será ´la anunciadora´ de la paz, ella será la buena noticia que nos anime a ser mensajeros del Evangelio, comprometidos en ser artesanos del encuentro y constructores de la paz”.

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