Mons. García: 'La droga se cobra vidas, y también el futuro y los sueños'

  • 27 de junio, 2024
  • Isidro Casanova (Buenos Aires) (AICA)
El obispo llamó a visibilizar la "matemática nefasta" de las barriadas: "A medida que crece el hambre, aumenta el narcotráfico". Fue en la marcha y la misa para pedir "Basta de drogas en La Matanza".

En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, las comunidades diocesanas de San Justo y Gregorio de Laferrere marcharon, este 26 de junio, con el lema "Basta de drogas en La Matanza".

Referentes eclesiásticos, comunitarios y sociales se movilizaron desde la Rotonda de Tablada y desde el kilómetro 29, en González Catán, hasta la iglesia San Cayetano, en la localidad bonaerense de Isidro Casanova.

En ese templo, el obispo de Gregorio de Laferrere, monseñor Jorge Torres Carbonell, presidió la misa para pedir que no haya "ni un pibe o piba menos por la droga". Concelebraron el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, y sacerdotes de las comunidades matanceras.


En la homilía, monseñor García planteó que esta problemática no es nueva, y alertó: "Han pasado muchos años y la droga, el narcotráfico y las adicciones han aumentado de una manera descomunal".

"Nosotros queremos ayudar a tomar conciencia, porque son cosas que no queremos ver, pero que están", sostuvo.

El obispo matancero advirtió que "la droga se cobra vidas y también se va cobrando el futuro y los sueños". 

"Este es el dolor de muchas madres, que no saben qué hacer con sus hijos", señaló.

Monseñor García describió la "matemática nefasta" que se ve en las barriadas populares: "A medida que crece el hambre, aumenta el narcotráfico".

"Hay que hacer visible esta realidad", propuso en el final de su predicación.

-> Texto commpleto de la homilía

Mensaje de los Curas en Barriadas Padre Bachi
En el marco de la marcha y de la misa, los Curas en Barriadas Padre Bachi difundieron este mensaje.

Una vez más se conmemora el día Internacional de Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, y en esta jornada de memoria la Iglesia católica en La Matanza quiere volver a manifestar su más profunda preocupación. La falta de comida y trabajo, así como el exceso de drogas y armas son los problemas más graves que tiene nuestro pueblo en este momento.

Es que día a día constatamos la creciente penetración del narcotráfico en nuestros barrios. No es una exageración. Cada vez vemos más jóvenes enredados en los circuitos de la droga, cada vez recibimos más familias llorando, cada vez está más difícil acompañar.

Pero aun cuando desde la tierra firme de los centros urbanos se pueda tener alguna noticia de lo que denunciamos, el rostro más mordaz del problema no se puede constatar sino en el contacto directo con las vecinas y vecinos de los barrios populares.

Estamos frente a un problema que atraviesa a toda la sociedad, pero que usa a los olvidados para esconderse, y seguir creciendo de manera inadvertida. En este punto, comprobamos que el mercado, por sí mismo, va encontrando las mejores oportunidades. Así, el mercado de la droga crece (pareciera ser el único mercado que crece en este momento), encontrando su oportunidad inmejorable en los barrios que nadie mira, en los que la salud, la educación, la seguridad, parecieran ser solamente un lindo discurso, o un recuerdo de los buenos tiempos.

Este es el pan de cada día en los barrios populares. Pero cada tanto, y cada vez con mayor frecuencia, el problema irrumpe en la escena común, a través de un episodio de violencia, de una noticia que salta a la escena mediática. Y entonces todo se convierte en un escándalo, y el tema le da carne al fuego cruzado de las acusaciones políticas, hasta que un par de días después, otra noticia de otro orden, entra en la escena y este problema se olvida y vuelve a esconderse.

El problema es muy complejo, sobre todo cuando uno constata la complicidad de la policía, la justicia y la política. Con tanta corrupción, son irrisorias y dan miedo las propagandas de la bukelización.

La mejor respuesta es, sin dudas, generar oportunidades para el desarrollo humano integral, garantizar el acceso a los derechos. Cuando los jóvenes pueden disfrutar de ir a la escuela, tienen acceso a buenas alternativas para darle sentido al tiempo libre, entonces la droga y las armas no son la única opción.

Por eso todos esos pseudo-periodistas que atacan la organización de la comunidad para la prevención, son absolutamente funcionales al narcotráfico. Porque la alternativa es vital: derechos o barbarie, Estado o Narcotráfico.

A 50 años del asesinato de Carlos Mugica, vemos que por acción y omisión, lo siguen lo matando. Que la Virgen nos ayude a salir de las confrontaciones inútiles, antes que sea demasiado tarde.+