Mons. García llamó a los miembros de la Acción Católica a ser "portadores de Vida"

  • 7 de mayo, 2022
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El asesor de la institución presidió la misa de apertura de la 30ª Asamblea Federal en La Plata, donde instó a una misión de "acciones visibles y verificables" y no de slogans u objetivos trienales.

La 30ª Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina comenzó este sábado en la catedral de La Plata con la misa presidida por monseñor Eduardo Horacio García, obispo de San Justo y asesor nacional, quien instó a los miembros de la institución laical a una misión de "acciones visibles y verificables" y no de eslóganes u objetivos pastorales trienales.

La Eucaristía fue concelebrada por el arzobispo Jorge Eduardo Lozano (San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano), y los obispos Luis Armando Collazuol (Concordia), Luis Alberto Fernández (Rafaela), José Antonio Díaz (Concepción), Alberto Germán Bochatey OSA (auxiliar de La Plata) y monseñor Jorge Esteban González (auxiliar de La Plata).

En la homilía, monseñor García aseguró que los “milagros misioneros” que realizan hoy los discípulos misioneros, los santos de la puerta de al lado, en su forma, son “un poco distintos de los que narra el libro de los Hechos, sin embargo, expresan la misma realidad: la misericordia y la bondad de Dios que asume nuestros dolores y sufrimientos”.

“Por eso, los testigos creíbles son los que se entregan en cuerpo y alma al servicio de los pobres y necesitados: los leprosos, apestados, huérfanos, viudas, encarcelados, cautivos, ignorantes y desempleados. Los enfermos de las peores enfermedades, del HIV y hoy del Covid-19, los alcohólicos y drogadictos, las prostitutas y los travestis”, detalló.

“Todos los que la sociedad y, desgraciadamente a veces, la Iglesia margina, pero en quienes se hace presente el rostro sufriente del Señor. Es este servicio a los más pobres el testimonio que corrobora la verdad de la Buena Noticia, del Evangelio de Jesús”, agregó.

El obispo matancero aseguró que en el contexto actual, en el que las certezas teóricas no dan respuestas y, en casos, “se han ideologizado para no ver la realidad y no reconocer que muchas de nuestras prácticas son estériles”, la adhesión a Jesús no es “un asunto intrascendente” y “marca la diferencia entre la fidelidad y la deserción”.

“Ante el paso de Dios que significa esta Asamblea sabemos que ser discípulos verdaderos es exigente, porque el estilo de Jesús está, no pocas veces, en contradicción con los gustos, modos y las tendencias de nuestro mundo tan arraigadas en nuestro ser eclesial; necesitamos que sea el Espíritu el que nos renueve por dentro y nos conduzca”, recordó.

Y advirtió: ‘Pasión por Cristo, pasión por el hombre’, ‘Acción Católica en salida’, ‘Hagan todo lo que Él les diga’, ‘Vayan’, ‘Todos ustedes son hermanos’ no pueden ser slogans sino identidad profunda, espiritualidad, oración con rostros y acciones visibles y verificables, no para la selfie”. 

El asesor de la institución laical sostuvo que “la realidad nos reclama con fuerza imperativa como a Pedro ser portadores de vida; de la vida que nos viene del mismo Dios por el resucitado. Y abrazar la vida como viene”.

“Es la misión que el Señor nos ha confiado y ahí nos encontraremos con muchas personas deterioradas por el pecado, por la enfermedad, por la pobreza, por la injusticia. No podemos pasar de largo ante ellos sin ser unos traidores a Cristo y a su Evangelio”.

Monseñor García llamó a hacerse la pregunta que Jesús dirigió a los discípulos: “¿También ustedes quieren dejarme?” y aseveró: “No sólo abandona a Cristo quien deja de orar, sino también quien cierra sus ojos ante el sufrimiento de su hermano y, para justificar su egoísmo, se dice: ¡todavía no estoy preparado! Pedro nos enseña con su testimonio que la respuesta está orientada a curar comunidades enfermas, resucitar espacios muertos por la injusticia social, animar a los que sufren en su carne una vida descartada, reanimar a los que están sin esperanza, o no tienen ganas de luchar o de vivir".

"Todo eso es lo que podemos hacer si de veras estamos llenos del espíritu de la Pascua, y si comemos del mismo pan, de la misma pasión de Jesús”.

“Pidamos como Acción Católica Argentina, que el espíritu nos abrace para que, incluso con miedo e inseguridad, podamos responder: ‘Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios’”, concluyó citando el Evangelio.

Ofrendas y gestos misioneros
Junto con las ofrendas del pan y el vino, miembros de la Acción Católica acercaron al altar los frutos del trabajo institucional tanto en la ciudad de La Plata como en las comunidades del país que, "reunidas en el paradigma de la misión, quieren ser discípulos misionetos de Jesús en esta realidad de hoy".

En este sentido, dirigentes que representan a las regiones llevaron las ofrendas y materiales que, este domingo compartirán en los gestos misioneros: dibujos de los Aspirantes de Centro Cuyo y NEA Litoral, rosarios que llegan desde el NOA, frazadas traídas de la región metropolitana y estampas de la Virgen de Luján que aporta la región platense.+

» Texto completo de la homilía