Mons. Dus: "El bautismo es el carnet para la participación sinodal"

  • 20 de octubre, 2021
  • Resistencia (Chaco) (AICA)
El arzobispo de Resistencia realizó la apertura sinodal este domingo 17 y exhortó a ser una "Iglesia de la escucha y de la cercanía".

La iglesia de Resistencia realizó la apertura sinodal arquidiocesana este domingo 17 de octubre de 2021, para dar comienzo a esta primera fase del proceso. “Ese sínodo quiere recoger preguntas y esperanzas, fatigas y deseos de nuestra humanidad en la que habita la Iglesia. Sínodo significa caminar juntos, se concibe como un itinerario eclesial a la escucha del Espíritu Santo, que es el verdadero protagonista”, explicó el arzobispo, monseñor Ramón Alfredo Dus. 

En cuanto a esto, expresó que “el único punto de partida para participar del sínodo es ser bautizado”. Y agregó: “Porque el bautismo es nuestro manantial de vida del que deriva una idéntica dignidad de hijos de Dios, aun en la diferencia de ministerios y carismas, de dones y servicios que edifican la variada vida cristiana y eclesial”. 

En ese sentido remarcó que “todos estamos llamados a participar en la vida y misión de la Iglesia” y advirtió que “todavía nos falta y nos cuesta la participación, la escucha recíproca y sentirnos miembros vivos y activos de nuestras comunidades”. Además, animó: “Podemos renovar nuestros ambientes con un estilo de comunión y participación que nos impulse a salir al encuentro, que es signo vivo de la misión”. 

En tanto, resumió este momento en tres oportunidades. En primer lugar, exhortó a que “nos encaminemos, no solo por ocasión sino de modo estructural a estrenar, hacia una Iglesia sinodal, a vivir en familia de fe, donde todos se sientan en casa y se sientan partícipes”. En el segundo punto, remarcó la oportunidad de ser una “Iglesia de la escucha” y, por último, enfatizó en ser una “Iglesia de la cercanía” para “redescubrir así el estilo de Dios que es cercanía, compasión y ternura”.

“Si no está el Espíritu, no habrá sínodo”, señaló citando al papa Francisco y deseó que este proceso sea un tiempo habitado por este Espíritu "porque tenemos necesidad del Aliento siempre nuevo de Dios, que libera de toda cerrazón, revive lo que está muerto, libera de ataduras y difunde la alegría”. 

Además, recordó que el desafío planteado en el Concilio Vaticano ll: “No hay que hacer otra Iglesia, pero, en cierto sentido, hay que hacer una Iglesia otra, distinta”. 

Por eso, exhortó a ser “una Iglesia distinta, abierta a la novedad que Dios le quiere indicar”.  Y concluyó: “Caminamos juntos en el único Pueblo de Dios, para hacer la experiencia de una Iglesia que recibe y vive el don de la unidad, y que se abre a la voz del Espíritu”.+

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