Esperanza y valentía: Los jóvenes del NEA tuvieron su peregrinación virtual a Itatí

  • 20 de septiembre, 2021
  • Corrientes (AICA)
Por segundo año consecutivo, la Peregrinación Juvenil del NEA a Nuestra Señora de Itatí se realizó de forma virtual. La misa de cierre fue presidida por Mons. Stanovnik en el atrio del santuario.

Con el lema "Junto a Jesús, José y María, peregrinamos con esperanza y valentía”, los días 18 y 19 de septiembre se llevó a cabo la 42° Peregrinación Juvenil del NEA al Santuario de Nuestra Señora de Itatí, que por segundo año consecutivo tuvo modalidad virtual.

Durante el fin de semana, las diez diócesis que integran la Región Pastoral NEA se unieron en diversas actividades locales bimodales. De igual modo, muchos jóvenes se acercaron al santuario de Nuestra Señora de Itatí durante el fin de semana.

La celebración central tuvo lugar en el atrio del templo y fue presidida por monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, arzobispo de Corrientes y concelebrada por los obispos de la región NEA: monseñor Ramón Alfredo Dus, arzobispo de Resistencia; monseñor Ángel José Macín, obispo de Reconquista, y monseñor Gustavo Alejandro Montini, obispo de Santo Tomé.

En su homilía, el arzobispo expresó: "La realidad de la pandemia nos limita una vez más el camino para llegar juntos hasta la casa de nuestra Madre y nos obliga a buscar alternativas para poder encontrarnos con ella y entre nosotros. Y como para el amor no hay distancias, porque es maravillosamente creativo y superador de adversidades, ustedes inventaron otras maneras de encontrarse y por eso tampoco abandonaron su vocación de peregrinos. No olvidemos que el encuentro es siempre el destino del peregrino", destacó.

Y en referencia a la liturgia, observó "la esperanza y valentía del justo puesto a prueba por los hombres malvados para ver si Dios lo salva". Ese justo, afirmó, "es figura de Jesús, que confía en Dios su Padre y supera todos los tormentos", y agregó: "Podríamos decir, es la imagen del peregrino que no se desvía del camino porque puso toda su confianza en Jesús, José y María".

En segundo lugar, señaló que el Apóstol Santiago, en su carta "advierte de los peligros de una sabiduría mundana que ambiciona y provoca rivalidad, discordia y envidia, y al no alcanzar lo que pretende, hace la guerra y mata, y la contrapone con la sabiduría que viene de lo alto, que es pura, pacífica, benévola y conciliadora, está llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien". Al respecto, afirmó: "Esta es la sabiduría del peregrino, su compromiso y su fortaleza en el camino".

En el Evangelio, "Jesús enseña la sabiduría de Dios, esa que él mismo experimentó en el amor del Padre y del Espíritu Santo. Lo hace de un modo sencillo y claro diciendo que el que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos".

"Ahí está de nuevo el peregrino que decide su esperanza y valentía a cada paso, no en sí mismo, sino confiado totalmente en Jesús, José y María, y con ellos y como ellos, esperar sin desfallecer en Dios que jamás abandona a los que se confían en Él", reflexionó.

"Peregrinamos con 'esperanza y valentía'. La esperanza y la valentía hacen la diferencia entre el peregrino y el vagabundo. Para el vagabundo, pensar en una meta hacia dónde dirigirse es un ejercicio agotador. La meta es él mismo, no lo mueve la esperanza, sino solo el interés por encontrar lo que venga y le produzca algún placer; no lo motiva el esfuerzo para un camino en subida, le gusta el camino ancho donde no haya obstáculos, porque no está dispuesto a esforzarse en superarlos", describió. "En el fondo es un individuo que está siempre buscando algo, pero teme encontrarse con alguien".

"En cambio, el peregrino sabe hacia dónde va y jamás se siente solo, aun cuando no tenga compañeros que caminen con él, sin embargo, siempre anhela peregrinar con otros, porque su meta es el encuentro. Tan fuerte es la atracción que siente por llegar a la meta, que no hay obstáculo que no esté dispuesto a enfrentar y superar. El peregrino no se siente un superhéroe, lo que experimenta es una fuerza superior que lo sostiene y anima a seguir. Él peregrina con Jesús, José y María", aseguró.

"El peregrino está atento, fundamentalmente, en dos direcciones: en primer lugar, a la meta y, enseguida, al que camina a su lado. La meta es el santuario, lugar de encuentro, al que el peregrino anhela llegar. Lo vive no como una carrera para llegar primero, sino como un lugar al que tiene que llegar junto con sus compañeros de camino. Por eso, al mismo tiempo que atiende al destino hacia el cual se dirige, está atento a las necesidades de los que caminan con él", describió. 

"El peregrino, cuando regresa a su casa, a su barrio, a la escuela y al espacio público, no deja de ser peregrino. Porque peregrinar es una actitud ante la vida", consideró. Y añadió: "El peregrino aprendió a ver a sus semejantes y a las cosas con los ojos de Jesús, José y María, por eso no pierde la esperanza ni en sí mismo ni en sus compañeros. Al contrario, cuando ve que flaquean como peregrinos o se sienten tentados de alejarse del camino, no los abandona, sino que se acerca a ellos, y está dispuesto a sostenerlos y animarlos a continuar caminando hacia el encuentro". 

El prelado se refirió también a la Jornada Nacional de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, y pronunciarnos enérgicamente contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños. Al respecto, reflexionó: "Lamentablemente, en Argentina se desarrolla una intensa campaña por quienes explotan la prostitución para que se la considere como un trabajo, con el objetivo de que se abandone la honrosa tradición abolicionista que tiene nuestra Patria". En ese sentido, se unió "a todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad para decir un no rotundo a la trata de personas". 

Al finalizar, aseguró su cercanía con "todos los que sufren las consecuencias de la pandemia: los enfermos y sus familiares, en particular, de los que perdieron a sus seres queridos y ni siquiera pudieron despedirse de ellos; los que se empobrecieron hasta carecer de lo necesario para vivir dignamente; al heroico personal de la salud, a los que brindan servicios a los hospitales y a los que toman decisiones para cuidar y ayudarnos a tomar conciencia de cuidarnos entre todos; y de un modo muy especial hoy a los jóvenes del NEA y de otros lugares que anualmente peregrinan a este santuario: que María de Itatí los cubra con su manto, los proteja de todo mal y, con Jesús y José, los anime a ser peregrinos con esperanza y valentía en la vida de todos los días", rezó,

Un momento especial se vivió despues de la comunión, cuando un grupo del Equipo de Pastoral, ofrendó a la Virgen sus chalecos identificatorios, simbolizando el pedido a la Virgen por el fin la pandemia y haciendo de ese modo el compromiso por empezar a trabajar en la Peregrinación 2022.

La celebración concluyó con la bendición de los pastores presentes.+

» Texto completo de la homilía