Mons. Scozzina: La fe pascual anima a seguir caminando en la noche oscura

  • 31 de marzo, 2021
  • San Ramón de la Nueva Orán (Salta) (AICA)
En proximidad de la Pascua, el obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, dirigió a los fieles una carta pastoral.

Mediante una Carta Pascual, el obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, compartió sus reflexiones con los fieles de la diócesis.

“En la fiesta de Pascua que celebramos este año 2021, quiero, de una manera muy especial, invitarlos a vivir en la alegría y la esperanza el momento presente”, expresó señalando el contexto de la pandemia, “en la que experimentamos miedos, angustias, incertezas e inseguridades por nuestro futuro inmediato”. 

“Alegría y esperanza que se fundan en la experiencia que tuvieron las mujeres que fueron a ungir el cuerpo de Jesús muerto en la cruz”, destacó, y tomando las palabras del papa Francisco, afirmó: “Frente a las dudas, el sufrimiento, fueron capaces de ponerse en movimiento y no dejarse paralizar por lo que estaba aconteciendo. Por amor al Maestro, y con ese típico, insustituible y bendito genio femenino, fueron capaces de asumir la vida como venía, sortear astutamente los obstáculos para estar cerca de su Señor”. 

Hoy, aseguró el prelado, “en medio de la realidad cotidiana de sufrimiento y dolor; en medio de tantas dificultades que vive nuestro pueblo por la falta de trabajo y oportunidades; en medio de tantas injusticias, falta de reconocimiento de la dignidad humana, de los derechos al trabajo, a la tierra y al techo propio; en medio de las realidades de muerte y pérdida del sentido de la vida que viven nuestros adolescentes y jóvenes, inmersos en las adicciones que le ofrece esta sociedad consumista; a pesar de todo eso, estamos llamados a vivir la alegría y la esperanza”.

Por otra parte, monseñor Scozzina advirtió sobre “una pandemia mucho más grave”, la de “vivir para los propios intereses, de vivir para sí mismos intentando salvarse solos”. Y añadió: “La enfermedad social de las situaciones de corrupción de muchos sectores de nuestra sociedad: comerciantes y empresarios inescrupulosos; funcionarios y agentes públicos que se borraron de sus responsabilidades en el servicio a la comunidad. A pesar de la ausencia de una ética política en gobernantes y políticos que, en la lucha del poder para dominar a los indefensos, niegan las posibilidades de vida a tantos excluidos y vulnerables. Que, como creyentes, podamos seguir caminando en la esperanza a pesar de la falta de sensibilidad social y amor social”.

“Es necesario que nos animemos en la esperanza que brota de la fe pascual, que anima a seguir caminando, a pesar de la noche oscura que se cierne sobre muchas familias y sectores marginales”.

“Podemos seguir caminando, a pesar de los signos de muerte, y legislaciones que atentan contra la vida inocente. Vale la pena el antídoto, la vacuna de la solidaridad, el respeto al derecho del hermano, el servicio y la entrega generosa en la construcción del bien común”, aseguró.

Finalmente, rezó para que “los sentimientos de Jesús nos ayuden a vivir como resucitados en tiempos de pandemia”, con testimonios de amor al prójimo que animan a toda la sociedad. “Que la fe pascual, la fe en Jesús Resucitado, nos anime a ser hombres y mujeres que luchan, que buscan, que construyen el bien de los hermanos”. 

“Para eso debemos ser capaces de dejarnos movilizar por los rostros sufrientes de hermanos que muchas veces esquivamos. Que podamos ser como el buen samaritano, que dejó su trabajo y sus ocupaciones para dar su tiempo al hermano caído, al hermano herido”.

“Que vivamos la Pascua como un paso de la muerte del egoísmo a la plenitud del amor fraterno. Que podamos arriesgar nuestra vida en el cuidado de los hermanos curando sus heridas. Que la Pascua de Jesús Resucitado nos anime a vivir en la alegría de saber que, haciendo el bien, construyendo el bien y buscando el bien de todos, es el único modo de ser felices en plenitud”, concluyó, pidiendo la intercesión de María, Madre de la Esperanza».+

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