Mons. Baisi se despidió de la comunidad arquidiocesana de La Plata

  • 20 de junio, 2020
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
Monseñor Nicolás Baisi se despidió de los platenses con una misa en la catedral. "Que Dios le conceda la luz y la fortaleza que necesitará para guiar a su diócesis", pidió el arzobispo de La Plata.

Monseñor Nicolás Baisi se despidió de la arquidiócesis de La Plata con una misa en la catedral local que fue transmitida en vivo por diferentes plataformas digitales, ante la imposibilidad de invitar a la feligresía debido a la cuarentena.

Al inicio de la celebración, el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández explicó el sentido de la celebración, indicando que era “algo más que una despedida” de quien por diez años fue obispo auxiliar y ahora asumirá su nueva misión pastoral al frente de la diócesis de Puerto Iguazú.

“Porque la arquidiócesis donde él (monseñor Baisi) comenzó y desarrolló su ministerio episcopal actuaba de algún modo como instrumento de Dios para enviarlo a su nueva misión como obispo de Puerto Iguazú”, precisó.

El arzobispo platense indicó que “se trató de una misa para pedir por él, para que Dios le conceda la luz y la fortaleza que necesitará para guiar a su diócesis. Por otra parte, es una ofrenda a Dios, porque se le presentan como ofrenda todos los esfuerzos y la entrega de monseñor Nicolás durante 10 años en La Plata”.

“Finalmente, se agrega un motivo no menor para la Eucaristía, ya que precisamente este día se celebra el décimo aniversario de la ordenación episcopal de monseñor Nicolás, donde Dios por su amor gratuito lo consagró”, prosiguió.

Monseñor Fernández destacó algunas características de monseñor Baisi que serán recordadas como un peculiar testimonio: “Su constante disponibilidad, sin días ni horarios ni excusas, y su capacidad de unir el fervor religioso y el compromiso social”, detalló.

“Monseñor Baisi conserva un corazón de párroco, que seguramente dará notas de cercanía y generosidad a su ministerio en Puerto Iguazú. Es el corazón de párroco que fraguó en su Diócesis de origen cuando era párroco en Grand Bourg, años que Nicolás siempre recuerda con especial cariño”, subrayó.

Posteriormente, monseñor Baisi dirigió unas palabras y comenzó expresando un profundo agradecimiento a Dios “quien me creó y me llamó al sacerdocio y después al episcopado y a La Plata, que siempre me cuidó”. 

“Asimismo le agradezco al papa Benedicto XVI que me llamó al episcopado y al papa Francisco que me encomendó la diócesis de Puerto Iguazú, donde los jesuitas hicieron tanto y en donde espero poder seguir el ejemplo de tantos grandes jesuitas que trabajaron allí”, expresó.

“También quiero agradecer de un modo especial a monseñor Héctor Aguer, que confió en mí para esta tarea, consagrándome y compartiendo conmigo la misión episcopal. Gracias a ello pude participar en la pastoral de la arquidiócesis creciente”, concluyó.

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