Añatuya: delinean compromisos y objetivos pastorales para las comunidades

  • 2 de julio, 2025
  • Añatuya (Santiago del Estero) (AICA)
Fue en el marco de la Asamblea Diocesana de Pastoral. Momentos de oración y trabajo en respuesta al llamado de ser una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa.

Unos 350 asambleístas -entre sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos de las parroquias de la diócesis- participaron de la Asamblea Diocesana de Pastoral, que se realizó los días 27, 28 y 29 de junio en Añatuya.

"Este espacio de encuentro, reflexión e intercambio resulta siempre muy valioso para nuestra misión evangelizadora. Nos fortalece como gran familia y Pueblo de Dios, que desea seguir anunciando a Jesucristo y sirviendo a sus hermanos con renovado entusiasmo y compromiso", se destacó a modo de balance de lo actuado.

La Asamblea comenzó el 27 de junio con la llegada de tres columnas que, en caminata, se dirigieron a la catedral para celebrar la misa de apertura en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Presidió el obispo de Añatuya, monseñor José Luis Corral SVD.

Seguidamente, en una marcha comunitaria, los asambleístas se trasladaron hacia el nuevo monumento al Sagrado Corazón, donde se realizó la consagración diocesana.


El 28 de junio fue una jornada intensa. Comenzó con una oración-meditación guiada, seguida por espacios de escucha en círculos, en el que se practicó la conversación en el Espíritu. 

Por la tarde, se profundó en el nuevo estilo de Iglesia sinodal al que invitaba el papa Francisco y que ahora el papa León XIV llama a implementar.

Al anochecer, se celebró la misa del Inmaculado Corazón de María, en la que se ofreció al Señor todo lo vivido durante el día. Como gesto final, diversas madres de las comunidades, portando imágenes marianas presentes en la diócesis, realizaron la tradicional "pisada" mariana, signo del deseo de que María inspire con su ternura y cuidado maternal.

Envío y compromiso
El 29 de junio se trabajó por parroquias en el diseño de compromisos y objetivos pastorales concretos para llevar a las comunidades y responder al llamado de ser una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa.

En la celebración eucarística final se centró la mirada en la figura de san Pedro y san Pablo, columnas de la Iglesia.

"Que todo lo vivido sea de mucha fecundidad para la gloria de Dios y para seguir construyendo su Reino. Que podamos amplificar el susurro del Espíritu Santo, que juntos escuchamos en esta Asamblea, y que sigue resonando en medio de su pueblo", pidió la Comisión de Pastoral Diocesana (Copadi), a cargo de la organización.+