Multitudinaria devoción a la Virgen de la Consolata en la basílica de Sampacho

Como cada año, miles de fieles de esa localidad cordobesa y también de varios puntos del país participaron de la fiesta patronal con oraciones, intenciones, cánticos y gran devoción mariana.

Una multitud de fieles de Sampacho celebraron el viernes 20 de junio la fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de la Consolata. 

Con diversos momentos de oración y demostraciones de fe, la fiesta patronal inició con una caravana de 70 camiones que, a las 11, recorrieron calles del pueblo tocando sus bocinas hasta llegar a la basílica y santuario de esa advocación mariana. Las unidades fueron equipadas con globos, cintas y gigantografías de la Madre del Consuelo, cuyos choferes y trabajadores recibieron la bendición del cura párroco, presbítero Osvaldo Leone.

Posteriormente, en los alrededores de la basílica se empezó a observar la llegada de los peregrinos de la región y de diferentes lugares del país, se dieron cita en suelo sampachense, mientras actuaba la Banda Militar "Fray Luis Beltrán" del Batallón de Arsenales 604 de Santa Catalina - Holmberg.

También participaron autoridades locales y provinciales, abanderados y representantes de diferentes instituciones, junto a un numeroso grupo de sacerdotes que acompañaron la celebración. Además, veteranos de Malvinas de diversas localidades de Córdoba y San Luis presentaron una bandera argentina de 10 metros con un claro mensaje de paz, hecho que fue celebrado por los fieles presentes, que reconocieron a quienes lucharon en las islas en 1982.

Cuando las campanas de la basílica comenzaron a sonar a las 15, se produjo el instante de mayor emoción. Mientras los pañuelos se agitaban y se concretaba una suelta de palomas, la imagen de la Virgen de la Consolata salió de la basílica ante la emoción y la felicidad de la multitud. Inmediatamente comenzó la procesión  -que abarcaba más de 6 cuadras repletas de fieles- por alrededor de 15 cuadras. La imponente Virgen de la Consolata, que pesa 1.232 kilos, fue portada por 28 hombres.

Tras la procesión, se llevó a cabo la Misa del Peregrino, que fue celebrada por el vicario general de la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, presbítero Juan Giordano, ante la ausencia del obispo, monseñor Adolfo Uriona FDP, quien no pudo estar presente por motivos de salud. 

Significado de la devoción a la Consolata
Durante su homilía, el vicario general reflexionó sobre el significado profundo de la devoción a la Consolata: "María es Consolata, es decir, consolada por la misericordia, por la presencia del Padre del Hijo y del Espíritu. María consolada particularmente en la hora de su Hijo se hace al pie de la cruz consoladora de todos sus hijos".

El padre Giordano destacó la conexión entre el Evangelio de las Bienaventuranzas y la figura de María: "Ella es la bienaventurada y María es la feliz por excelencia, que consolada y llena de misericordia, ya ve a Dios y posee el reino". Subrayó que la celebración de esta fiesta "nos recuerda que Dios nos cuida y se ocupa particularmente de nosotros, de cada uno y de un modo especial de los que lloran, de los pobres y de los mansos".

"Tenemos hambre y sed de una mayor justicia -expresó- y le pedimos al Señor por intercesión de Nuestra Señora de la Consolata la fortaleza y la valentía para luchar por una patria más justa y más fraterna a pesar de las persecuciones y de las dificultades que esto pueda ocasionarnos".

Recordó especialmente a los veteranos de Malvinas presentes en la celebración y pidió por la paz mundial, citando al Papa León XIV sobre que cada conflicto "es una derrota para la humanidad".

El padre Giordano invitó a los fieles a dejarse consolar por el Señor: "Siempre descubrimos y encontramos el consuelo del Señor leyendo la palabra de Dios, recibiendo los sacramentos, especialmente la reconciliación, la confesión, la Eucaristía, dedicando tiempo a la oración".

Concluyó citando las palabras del profeta: "Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice el Señor a través del profeta, hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido".

Durante la celebración eucarística, se hizo mención de la bendición apostólica enviada por el papa León XIV.

Luego de la misa, se formó un pasillo para que los fieles pudieran pasar a saludar a la Patrona de Sampacho que se ubicaba en la explanada del templo. Mientras tanto, integrantes de la Comisión Pro-Templo servían chocolate caliente y masas a los asistentes. Simultáneamente, la banda folclórica local Estación 67 le cantaba a María.

Finalmente, la imagen de la Virgen de la Consolata ingresó nuevamente a la basílica ante cientos de pañuelos, lágrimas y oraciones de los devotos, quienes acompañaron a la Reina de Sampacho hasta el centro del templo.+