Río Cuarto: regocijo en la comunidad diocesana por la ordenación de otro sacerdote

  • 2 de junio, 2025
  • Río Cuarto (Córdoba) (AICA)
Ramiro Sinfreu recibió el presbiterado de manos del obispo diocesano, Mons. Adolfo Uriona, quien destacó el carisma y la entrega del neopresbítero durante la misa celebrada en el cine de Berrotarán.

El teatro/cine de Berrotarán fue escenario de la misa que presidió el obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, en la que ordenó sacerdote a Ramiro Sinfreu. 

Concelebraron la Eucaristía varios sacerdotes y participaron también diáconos, formadores, seminaristas, familiares, amigos y miembros de la comunidad diocesana.

En la homilía, el obispo destacó el carisma particular del nuevo presbítero: "En las lecturas que elegiste para este momento tan importante de tu vida se manifiesta claramente tu carisma personal y tu vocación específica de enseñar".

Mons. Uriona subrayó que, aunque todo el pueblo de Dios está llamado a proclamar la Buena Noticia, los pastores deben hacerlo "como tarea esencial que surge del ministerio confiado, de una manera constante y con afán de enseñar".

El prelado reflexionó profundamente sobre el Prólogo de Juan, explicando la maravilla de la Encarnación. Destacó cómo Dios continuó su intento de dialogar con los hombres: "Ella estaba en el mundo y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció", dijo. 

Frente a ello, aseveró que "la Palabra de Dios no se ha conformado con hablar en idioma humano a través de la boca de los profetas, ahora lo hace haciéndose hombre, viviendo y muriendo como hombre".

Mons. Uriona explicó que Juan utiliza el término 'carne' para llamar la atención sobre la parte más débil de nuestro ser, sujeta al dolor y la corrupción, ocasión en la citó la liturgia navideña: "Sin dejar de ser lo que era, asumió lo que no era".

Dirigiéndose al ordenado, le recordó la exhortación paulina: "Insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar".

El pastor diocesano le aseguró a Sinfreu que "la gracia de la consagración sacerdotal te dará la fuerza suficiente para realizar esta misión".

Finalmente, monseñor Uriona encomendó el ministerio al Sagrado Corazón de Jesús y a María Inmaculada.


'Un corazón desborda de gratitud'
Por su parte, el nuevo sacerdote manifestó: "Al llegar al final de esta Eucaristía, mi corazón desborda de gratitud. Me resulta imposible poner en palabras todo lo que estoy viviendo".

Sinfreu agradeció en primer lugar a Dios "que me llamó con misericordia y cada día me sostiene con fidelidad" y compartió su deseo de entregarle "toda mi vida, cada día en su pueblo, con todo lo que soy".

Recordó también y de manera especial a su familia, "a quienes me dieron la vida y me enseñaron a amar", y destacó que le transmitieron la fe "no con discursos, sino con gestos, con sacrificios silenciosos, con una entrega cotidiana que nunca pide reconocimiento".

Agradeció asimismo a monseñor Uriona "por su confianza y cercanía, su paternidad", así como al presbítero Sergio Bosco, actual rector del seminario, "por toda la cercanía, la paciencia, el acompañamiento y las oportunidades", como la de todos los formadores y docentes del seminario Jesús Buen Pastor.

El sacerdote Sinfreu recordó a su parroquia del Sagrado Corazón, donde "nací a la fe, aprendí a amar a Jesús", y agradeció a todas las comunidades que marcaron su formación sacerdotal.+