Misa en el santuario del Challao: Mons. Colombo invita a una mirada compasiva
- 12 de febrero, 2025
- Mendoza (AICA)
En la solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes, el arzobispo de Mendoza instó a pedir por los más necesitados y a reflexionar sobre la mirada de la Virgen, que intercede por la humanidad.
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En la solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes, el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, presidió una misa en el santuario del Challao.
"Aquí venimos todos con nuestras penas y alegrías, con nuestros deseos y proyectos, con nuestras promesas y agradecimientos. Tenemos en Ella a la mejor intercesora. Como en las Bodas de Caná, cuida de nosotros y sabe, con su amor, primerearlo a Jesús, para pedir por nuestras intenciones", expresó al inicio de su homilía.
La escena de Caná, planteó, "nos habla de un encuentro de Jesús con su pueblo. Allí comenzará a realizar una serie de signos que nos hablan de la presencia de Dios entre nosotros, participando de nuestras fiestas y cuidando nuestra alegría".
A su vez, destacó que "la intervención de la Virgen nos hace pensar en la mirada compasiva que Dios nos pide frente a los problemas humanos. Ella, antes que nadie, había visto que la fiesta de bodas estaba por colapsar".
"En esta hora dramática de la humanidad, en este lugar sagrado de nuestra Mendoza, más que nunca queremos pedir a la Virgen por los pueblos que están en guerra; por las multitudes que, en su pobreza, buscan un futuro de trabajo y de paz más allá de las fronteras de su patria; por los pobres del mundo entero y, especialmente, de nuestra patria; por nuestros hermanos y hermanas de la calle, que no son nuestros enemigos", enumeró.
Y añadió también, entre las intenciones: "Por aquellos que sufren la violencia y la trata de personas, las adicciones y enfermedades que no pueden curar, por su gravedad o la falta de medicamentos o atención adecuadas; por los jóvenes que no encuentran su lugar en la vida económica; por los que han perdido las esperanzas y se han desenganchado de la vida en comunidad, porque no le ven sentido o porque nadie les ha prestado atención".
Por último, el arquidiocesano instó a pedirle a María "por nosotros, para que tengamos su mirada compasiva y comprometida, que no escapemos de los problemas y que nos juntemos para solucionarlos, que sepamos pedir al Señor lo que nos hace falta, que le insistamos y no dejemos de confiarle que, sin Él, se nos acaba la fiesta; que no dejemos de animar a nuestros hermanos al seguimiento de Jesús, vino bueno y eterno de los hombres".+