Mons. Mestre: 'El amor se juega en los pequeños detalles de la vida cotidiana'

  • 3 de mayo, 2024
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
"La vida nos presenta semanalmente, incluso diariamente, infinidad de oportunidades de amar en pequeñas o grandes cuestiones", manifestó el arzobispo de La Plata.

El arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, entregó los tres puntos de reflexión para el sexto domingo del Tiempo Pascual, que “nos confronta con la realidad del amor en nuestras vidas”, señaló. 

A la luz de esos textos, propuso tres puntos para reflexionar, sintetizados en tres palabras: amor, detalles, amigos.

¿Qué es el amor?
El prelado aseguró que “este primer punto es una pregunta que busca llegar a una constatación. La constatación es darnos cuenta de que el amor suele ser una palabra ambigua, o mejor dicho equívoca. Es decir, una palabra confusa que puede expresar situaciones muy diversas”. 

“Según la edad y la generación, según las propias convicciones o corrientes ideológicas, el término amor tiene diferentes significados que, en algunos casos, hasta pueden contradecirse. ¿Qué es lo distintivo del amor cristiano? Amar como Jesús. ¿Cómo ama Jesús? Dando la vida, entregando su vida para salvarnos”, agregó. 

El arzobispo destacó que “es lo que estamos celebrando en este tiempo Pascual. Queremos saber si alguien ama, si estamos amando. La pregunta es clara: ¿estamos dando la vida? El amor es más que un sentimiento o una sensación. El amor es dar la vida. Sea amor de pareja, de familia, de amistad, siempre el signo distintivo es dar la vida, entregar la vida por el bien del ser amado. Esto es amar como Jesús nos ama”.

Monseñor Mestre invitó a pensar “¿Qué es el amor para vos? ¿Qué significa amar?¿Cómo estoy amando? ¿Como Jesús? ¿Soy capaz de entregar mi vida? ¿Quienes me han amado, han ‘dado la vida por mí’? ¿A quiénes estoy amando, es decir, por quiénes estoy dando la vida hoy? ¿Busco enseñar a los demás el amor como lo presenta el Evangelio?

Los detalles del amor en la vida cotidiana
El prelado expresó que el amor cristiano “puede también tener un límite. ¿Cuál? Quedarse solo en un nivel discursivo y no reflejarse en la vida cotidiana. Hablar mucho del amor de Cristo, de dar la vida, pero no vivir el mandamiento del amor: ‘Ámense los unos a los otros, como yo los he amado’. Por eso, es importante preguntarse si el amor se expresa en pequeños gestos cotidianos: los detalles del amor”. 

“La vida -continuó- nos presenta semanalmente, incluso diariamente, infinidad de oportunidades de amar en pequeñas o grandes cuestiones. En todos los casos es muy importante saber que el amor se juega en los detalles, incluso en los pequeños detalles que podemos tener con nuestros hermanos en la vida cotidiana”. 

“El Papa Francisco nos recuerda, en su documento programático: ‘La comunidad que preserva los pequeños detalles del amor, donde los miembros se cuidan unos a otros y constituyen un espacio abierto y evangelizador, es lugar de la presencia del Resucitado, que la va santificando según el proyecto del Padre (EG 145)’”, recordó.

En tanto, subrayó: “¿A quién/es, de manera particular, deberé amar en este momento de mi vida? ¿Qué detalles de amor Jesús me estará suscitando en este momento? ¿Quiénes necesitan hoy de mis detalles de amor? En mi vida cotidiana, ¿qué gestos de perdón, compromiso, delicadeza expresarán los detalles de mi amor según nos enseña el Señor?.”

 Jesús nos llama amigos
En el último puntito, el prelado subrayó que la Palabra de este domingo “nos dice que Jesús nos llama amigos. No nos llama ‘servidores’. Literalmente, el texto es más duro, porque la palabra griega es doulos, que significa ‘esclavo’. El Señor no nos llama ‘esclavos’; el Maestro nos llama amigos”. 

“¡Qué grandeza poder descubrir que somos discípulos de un Dios que nos llama nada más y nada menos que amigos! Sabemos por la experiencia humana lo que significa la amistad y los buenos amigos en la vida. Nuestro Dios y Señor nos invita a su amistad y nos da el título de amigos. Sabiendo la diferencia abismal que hay entre la creatura y el Creador, nuestro Dios no escatima en búsqueda de unión y encuentro con nosotros, y nos regala el título de amigos”, enfatizó.

Y finalizó: “¿Me maravillo ante la invitación de Jesús de que sea su amigo? ¿Me dejo encontrar por el Señor, que me invita a su amistad? Desde mi pequeñez humana, ¿busco ser amigo de Jesús? ¿Disfruto de la amistad con Jesús? ¿Invito a otros hermanos y amigos a dejarse interpelar por el Señor, que también los llama amigos”.+