Encuentro de los equipos de gestión de los colegios católicos de Cruz del Eje

  • 15 de marzo, 2023
  • Cruz del Eje (Córdoba) (AICA)
Del 9 al 11 de marzo, en La Cumbre, se hizo un retiro para los directivos, representantes legales y capellanes de los colegios administrados por la diócesis. Lo predicó el obispo, Mons. Ricardo Araya.

Bajo el lema “Educar es un acto de esperanza”, los miembros de los equipos de gestión de los colegios diocesanos de Cruz del Eje de todos los niveles (inicial, primario, secundario y superior) se encontraron para realizar tres días de ejercicios espirituales (del 9 al 11 de marzo), guiados por las meditaciones del obispo, monseñor Hugo Ricardo Araya. El lugar escogido fue la casa de retiros “San Pio de Pietrelcina”, de la comunidad de Hermanos Franciscanos Capuchinos, en La Cumbre.

La consigna era que el retiro debía tener el estilo de los ejercicios espirituales que impulsaron, en el momento y espacio histórico de cada uno, el santo Cura Brochero y la Beata María Antonia de San José (Mama Antula). Esto implica que se tenga en cuenta el modo de rezar de cada uno, como sabe y puede, para escuchar así lo que Dios le pide en ese momento. Otra característica que tenían los retiros del Cura Brochero y de Mama Antula era que cada participante aportaba lo que podía: uno dinero, otro comida, otro materiales para la construcción, etcétera.

Participaron directivos, representantes legales y capellanes de los ocho colegios del obispado: Instituto Nuestra Señora de Lourdes (La Cumbre), Instituto Madre Cabrini (Capilla del Monte), Instituto Nuestra Señora del Valle (Cruz del Eje), Complejo Educativo Juan Pablo II (Cruz del Eje), Complejo educativo San Roque (Villa de Soto), Instituto Juan Bautista Alberdi (La Paz), Instituto Juan Vicente Brizuela (Villa Dolores) e Instituto Agrotécnico Stella Maris (San Pedro). Acompañaron a los ejercitantes los delegados diocesanos para la educación, Sergio Quiroga y el presbítero Rodrigo Olima Toranzo.

Durante el retiro, se vivieron momentos de oración tanto en silencio y soledad como comunitariamente, en la Eucaristía de cada día, el rosario y el Via Crucis. Animaron algunos de esos momentos las Hermanas Siervas de la Misericordia de Dios.+