Mons. Araya: "Evangelio y silencio configuran el corazón de Brochero pastor"

  • 27 de enero, 2023
  • Villa Cura Brochero (Córdoba) (AICA)
"No hay Brochero sin Evangelio en las manos, en los labios y silencio en el corazón", destacó el obispo de Cruz del Eje al concluir la Semana Brocheriana en el valle de Traslasierra.

El obispo de Cruz del Eje, monseñor Hugo Ricardo Araya, presidió el 26 de enero una misa en el santuario de Villa Cura Brochero en conmemoración de la muerte del apóstol de las Sierras. La celebración eucarística cerró la tradicional Semana Brocheriana inspirada en el santo cura, que este año llevó por lema “Con el gusto espiritual de ser pueblo, compartamos la alegría del Evangelio”.

“Nos hemos reunido esta tarde a dar gloria a Dios porque nos regaló al santo cura Brochero”, comenzó su homilía el obispo, y recordó: “Un 26 de enero pasadas las 20, acá cerquita, hace 109 años, Brochero era llevado al cielo”.

El prelado invitó a los fieles a imaginar al cura en una de sus posibles fotografías, “Brochero pastor montado en la mula por los caminos de las sierras”. Tomando las palabras del padre Antonio Aznar SJ, expresó: “Entre los libros que llevaba cuando fue por San Luis, llevaba el Santo Evangelio. Lo leía, se callaba, meditaba y después predicaba”.

“Leía y se callaba. Evangelio y silencio van configurando el corazón de Brochero pastor que va andando por las sierras. Después predicaba como nadie, decían sus paisanos. Evangelio y silencio en su corazón creyente y misionero”, sostuvo.

“No hay Brochero sin Evangelio en las manos, en los labios, y silencio en el corazón. No hay Brochero sin el silencio que hace posible guardar el Evangelio en el corazón como la Virgen. No existe Brochero sin la predicación del Evangelio muy cerquita de la vida de la gente, compartiendo el pan, el mate, los sudores y las risas”, reflexionó monseñor Araya.

“Brochero conoce el Evangelio, conoce la paternidad, la providencia de Dios que ha enviado a su Hijo para que el mundo se salve”, indicó y añadió: “Conoce el Evangelio, esto significa sigue a Jesucristo, siente que Jesucristo lo llama, que a Él quiere servir, que Cristo lo acompaña. Ese es el único Brochero que existió”.

Asimismo, señaló: porque Brochero sabe de silencio, saborea ese silencio, “es capaz de escuchar todas las voces: la del político liberal, la del borracho, la de los leprosos, las niñas, las mujeres. Cuando ya ciego no puede ver el rostro de su gente, los conoce por el tono de voz”.

“Evangelio y silencio van haciendo posible la predicación. Por los caminos de las sierras el silencio se llena de Evangelio y el Evangelio hace fecundo ese silencio”, insistió el obispo de Cruz del Eje.

“El Evangelio ayuda a encontrarnos con el querer de Dios que nos susurra al oído ya veces nos grita: ‘Es por aquí que hay que andar, por acá se endereza el camino que lleva al cielo, por acá se hace camino comunitario, por acá se camina como pueblo’”.

Para concluir, monseñor Araya reflexionó: “Donde anduvo Brochero anduvieron los ejercicios ignacianos. ¿No será ya tiempo de que todos hagamos ejercicios espirituales? Como cada uno pueda, un día o más, todos los años, así le rendiremos homenaje completo a nuestro cura gaucho”.+