Mons. Collazuol: "Que nuestros proyectos incluyan un trabajo cotidiano por la paz"

  • 5 de enero, 2023
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
El obispo de Concordia, en su mensaje para la fiesta de Santa María Madre de Dios, habló sobre el rol mediador de la Virgen y sobre la paz en sus distintas dimensiones.

El obispo de Concordia, monseñor Luis Collazuol, se explayó en un videomensaje acerca de Santa María Madre de Dios como medianera de todas las gracias y sobre la Jornada Mundial de Oración por la Paz y sus implicancias en nuestras vidas.

En ese sentido, comenzó proponiendo colocar en presencia de la Virgen “todo lo que nosotros esperamos y anhelamos, para que ella con su serena y tierna protección materna nos acompañe en este caminar”, ya que “María es la Madre de Dios, Dios hecho Hombre por nosotros, y todo lo que nosotros le presentemos a ella, ella lo entregará a su Hijo”.

En relación con la Jornada por la Paz, expresó : “Mirando nuestros corazones, cuántas veces no encontramos paz en nosotros mismos. No será que nos falta algo? Y yo creo que cuando vivimos así es porque nos falta Jesús, que es nuestra paz”.

Y explicó a continuación: “Cuando dejamos que el amor de Dios entre en nosotros, renace la paz y podemos ser artífices y constructores de ella”.

Y recordó: “Jesús les dice a sus discípulos en la última Cena: ‘La paz Yo les dejo, les doy mi paz’ Pero no una paz como la da el mundo. Que encontremos a Jesús de un modo nuevo, en esa paz que nos da”.

El prelado concordiense también evocó lo ocurrido después de la Pasión: “Cuando Jesús resucita y se manifiesta por primera vez al grupo de sus apóstoles, su saludo -y lo repite dos veces- es ‘la Paz con ustedes’”.

Acto seguido, deseó que podamos encontrar y sentir a Jesús, que es nuestra paz, “en todas sus dimensiones”. En primer lugar, “la paz con Dios, sobre todo, que renace cuando nos dejamos amar por Él”.

Luego, “la paz con los demás: ‘Ustedes ámense los unos a los otros como yo los he amado’; y ahí está la clave: amar como Jesús para que haya paz con los demás”, sostuvo.

Y, en tercer lugar, “la paz con nosotros mismos, que es esa armonía en el orden interior, que nuestras pasiones no nos dominen y estén sujetas a nuestra razón; que nuestra razón esté sujeta a esa gracia sobrenatural que Dios nos da, para que en todo podamos hacer la voluntad de Dios, y ahí encontraremos la paz”, subrayó.

Para finalizar el diocesano afirmó: “Por eso, qué importante es, en este comienzo del año, como decíamos al principio, encomendarnos a la Madre de Dios en nuestros proyectos, pero que también esos proyectos incluyan ese trabajo cotidiano por la paz en todas sus dimensiones y que nace del encuentro con Jesús”.+