Mons. Han Lim Moon: "Debemos ser contemplativos y no perder de vista la meta final"

  • 30 de noviembre, 2022
  • Venado Tuerto (Santa Fe) (AICA)
El obispo de Venado Tuerto se refirió, en su homilía del primer domingo de Adviento, a las tres venidas del Señor: la histórica, la de la Parusía y la cotidiana.

El obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, en su homilía para el primer domingo de Adviento, analizó en detalle las implicancias de la venida del Señor en la Parusía, y se refirió también a su venida histórica -hace más de 2000 años- y a la que realiza en forma cotidiana al corazón de los fieles. 

En ese sentido, destacó: “El acento de este domingo está puesto en la venida gloriosa del Señor, porque la Iglesia, en este primer domingo del año litúrgico, quiere recordarnos la meta trascendental de la vida de todos los hombres, que es el encuentro definitivo con el Señor glorioso. Es bueno recordar hacia dónde está dirigida nuestra vida, de lo contrario vivimos perdidos”. 

En efecto, “para nosotros, el fin del mundo, no es algo que nos da miedo, sino que es algo hermoso ya que el Señor misericordioso nos abrazará, y nos llevará para presentarnos a Dios Padre todopoderoso y ante los demás santos, y así entraremos para festejar la vida eterna en el cielo. 

Luego, el prelado se refirió a “la primera venida, que fue hace dos mil años”, y que también es “muy importante, porque Dios reveló su amor y su venida salvadora para estar presente aquí, entre nosotros. Gracias a esta venida en su humildad, es que está presente en esta Eucaristía, y en la vida cotidiana”. 

A continuación, el diocesano aludió a la venida cotidiana de Jesús: “Mientras esperamos la llegada gloriosa del Señor, vivimos una etapa intermedia, que es su venida en cada acontecimiento, en cada sacramento, en los necesitados. Tenemos que tener ojos de fe para descubrirlo, porque Él se nos acerca en forma discreta. Eso es velar, eso es estar preparados”. 

Para finalizar, monseñor Moon exhortó: “La actitud que debemos tener en este tiempo es ser contemplativos y no perder la meta final y trascendental”.+