Mons. Mestre rescató la centralidad del misterio de la resurrección en la vida cristiana

  • 9 de noviembre, 2022
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Mar del Plata advirtió sobre los riesgos de soslayar esa verdad de fe, y subrayó la necesidad de proclamarla con fidelidad.

El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Antonio Mestre, en su reflexión acerca de las lecturas dominicales, hizo en primer lugar un repaso de las creencias negacionistas de los saduceos de la época de Jesús, en relación con el pasaje evangélico en que los miembros de esa secta intentan poner a prueba al Señor en relación con la resurrección, a partir de lo cual Él rebate sus argumentos.

Luego, el prelado marplatense se centró en otros tres puntos relacionados con este misterio central de la fe.

Negar la resurrección
En el primero, monseñor Mestre consideró que la negación de este dogma, en la actualidad, podría relacionarse con tres motivos:

  • con la falta de fe, que sería el caso de los ateos contemporáneos;
  • con el sincretismo religioso, caracterizado por una mezcla indiferenciada en que pueden convivir, por ejemplo, la fe en la resurrección con la creencia en la reencarnación, a pesar de ser dos cuestiones “que no tienen absolutamente nada que ver”.
  • con una actitud de omisión, en los casos en que  a la hora de difundir las verdades de fe- no se menciona o no se resalta la importancia de la resurrección y su estrecha relación con la vida eterna.

Proclamar la resurrección
Como contrapartida de lo visto en el punto anterior, el obispo sostuvo a continuación: “Debemos ser capaces de anunciar a Cristo, el primero resucitado de entre los muertos, fundamento y raíz de nuestra futura resurrección final. Debemos proclamar a tiempo y a destiempo lo que recitamos en las dos versiones del Credo: Creo… en la resurrección de la carne y la vida eterna o espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro”.

Fidelidad: estar en esta vida con valor de eternidad
En el tercer y último punto, monseñor Mestre hizo referencia a otra de las lecturas de este domingo, tomada del segundo libro de los Macabeos, donde se narra el martirio de siete hermanos por negarse a quebrantar la Ley de Moisés: “El testimonio de fidelidad a Dios de los hermanos de la primera lectura es muy elocuente. Esa finalidad tiene un fundamento y ese fundamento es la resurrección final, como ellos mismo dicen ante sus verdugos. Su ejemplo nos anima a ser fieles en esta vida, es decir, a darle valor de eternidad a cada momento y a cada instante”.

“No necesariamente tenemos que llegar a una situación límite como la de ellos, aunque puede darse. A la mayoría nos toca ser fieles a Dios, vivir con valor de eternidad este transitar histórico, en las circunstancias habituales de la vida cotidiana. Y el fundamento debe ser nuestra fe, nuestra esperanza en la resurrección de la carne y la vida eterna”, concluyó.+