Fiesta en Itatí por el paso de la peregrinación mariana de los Hogares de Cristo

  • 25 de octubre, 2022
  • Itatí (Corrientes) (AICA)
Miles de fieles en la misa en el santuario correntino, donde el arzobispo Andrés Stanovnik destacó que la Cruz de Cristo y la Virgen unen, cuidan y son "la llave" para luchar contra las adicciones.

El santuario de Nuestra Señora de Itatí, en la provincia de Corrientes, recibió el pasado fin de semana a la Virgen de Luján peregrina, que desde agosto recorre los Hogares de Cristo del país en el marco de la caminata por el 15° aniversario de la institución impulsada por el hoy papa Francisco y con el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga.

El grupo que acompaña la peregrinación de la imagen mariana, encabezado por el presbítero José María Di Paola, realizó una misión por el pueblo y, tras la animación, participó de la misa que presidió el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap.

“Junto a la Virgen de Luján y la Cruz de Cristo, nos encontramos en Corrientes, con los dos símbolos de la primera evangelización en estas tierras: la Cruz de los Milagros y la Virgen de Itatí. Como podemos ver, la Cruz de Cristo y la Virgen nos unen, nos cuidan y nos llevan allí donde están los hermanos y hermanas amenazados por el desamor y el abandono, para mostrarles que hay una llave para abrir la puerta y encontrar un hogar”, destacó el prelado en la homilía. 

“La Cruz de Cristo es la llave que abre esa puerta y la Virgen es la que nos anima a que no tengamos miedo de abrirla. Del otro lado hay vida, encuentro y esperanza para todos”, sostuvo, y agregó: “Gracias a Cristo y a la Virgen sabemos que Dios está más cerca del pobre y del humilde”. 

El arzobispo correntino recordó que “la lógica del Evangelio no es la lógica mundana de los que se creen mejores que los demás”. 

“El Dios que nos revela Jesús es sensible a los que sienten necesidad de contención, a los que no se conforman con satisfacciones pasajeras y engañosas, aun los que después de haber caído víctimas en las redes de los que trafican con sus anhelos de bienestar, ofreciéndoles mercancía tramposa que les promete la felicidad a corto plazo. Por eso, benditos los pies de los mensajeros de la buena noticia que nos trae Jesús, mensajeros que dejan todo para acercarse a aquellos y aquellas, que solos no pueden salir de las trampas que les tienden los mercaderes de vidas humanas”, destacó.

Monseñor Stanovnik agradeció a los peregrinos de los Hogares de Cristo por “haberlo dejado todo y haber venido hasta aquí, no como turistas, sino como misioneros de a pie, anunciando casa por casa que es posible otro modo de vivir, más pleno, más alegre, más inclusivo, en el que nadie quede al margen ni afuera de ese hogar grande que nos ofrece Jesús, y en el que María es la Madre que nos hace descubrir y sentir que todos somos hijos y todos hermanos”. 

“A los devotos y peregrinos de este pueblo de la Virgen, y a los que han venido ocasionalmente a este santuario mariano para expresar su gratitud y a volcar en las manos de la Virgen sus preocupaciones y su súplica, les deseamos un sereno y profundo encuentro con Jesús. Que es encuentro renueve sus corazones y les dé un nuevo impulso para ser hombres y mujeres que siempre y en cualquier circunstancia eligen el camino de la fraternidad y de la paz”, concluyó.+

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