Cerca de 100 mil peregrinos celebraron a Ceferino Namuncurá en Chimpay

  • 29 de agosto, 2022
  • Chimpay (Río Negro) (AICA)
Luego de dos años sin presencialidad, el domingo 28 de agosto, una multitud visitó la cuna del beato al cumplirse un nuevo aniversario de su nacimiento. "Ceferino, samaritano de la vida", el lema.

Decenas de miles de peregrinos llegaron el domingo 28 de agosto a la ciudad rionegrina de Chimpay para pedir, agradecer y rezar al beato Ceferino Namuncurá, en la tradicional peregrinación que se volvió a realizar luego de dos años sin presencialidad debido a las restricciones de la pandemia.

En esta edición, unas cien mil personas colmaron el predio que se conoce como el santuario, donde se encuentra el templo y la ermita con la imagen de Ceferino Namuncurá, al que cada año cientos de miles de personas acuden para rezarle, para agradecer favores concedidos y para pedir gracias especiales.

El día comenzó con la oración y la rogativa mapuche en el cerro de la Cruz del Quinto Centenario, sobre la Ruta Nacional 22. La peregrinación comenzó a las 9, y después de dos horas de caminata, la multitud de peregrinos comenzó a entrar al Parque Ceferiniano y a acomodarse frente al altar que se preparó al aire libre, frente al templo, donde se celebró la misa.

Esta 52ª peregrinación anual, que llevó por lema “Ceferino, samaritano de la vida”, contó con la participación del obispo de Viedma, monseñor Esteban María Laxague SDB; el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Martín Croxatto; y monseñor Alejandro Pablo Benna, del Alto Valle del Río Negro. Asimismo, estuvo presente el inspector de los salesianos de la Argentina Sur, padre Darío Perera SDB. Hubo sacerdotes de distintas ciudades de la Patagonia -muchos de ellos, salesianos- como también otros que llegaron de distintas partes del país.

Las celebraciones en torno a la peregrinación más grande de la Patagonia, comenzaron el viernes 26 de agosto, día del nacimiento de Ceferino Namuncurá, con misas para los peregrinos que comenzaban a llegar en bicicleta, a caballo, en moto y en auto, además de los contingentes que llegaron en micros de larga distancia desde distintas ciudades de la región, incluso desde Buenos Aires.

El sábado 27, en cada una de las misas, se impartió la bendición a los jinetes que iban llegando. Luego, hubo una serie de celebraciones con los jóvenes que llegaron al santuario. Durante la noche, se rezó la oración junto al fuego, frente al templo. La jornada del sábado culminó con un canto a la tierra de parte de los jóvenes en el Polideportivo de Chimpay.+