Ordenación de tres nuevos sacerdotes rosarinos

  • 17 de agosto, 2022
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, confirió el orden del presbiterado a los diáconos Axel Girola, Sebastián Romero y Román Henriquez. Los animó a ser canales de misericordia.

El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, presidió la misa de ordenaciones sacerdotales en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde confirió el orden del presbiterado a los diáconos Axel Girola, Sebastián Romero y Román Henriquez.

La Eucaristía fue concelebrada por el vicario general, monseñor Emilio Cardarelli; los vicarios episcopales, presbítero Osvaldo Macerola y Ernesto Fernández; el rector del Seminario, presbítero Gustavo Rodríguez, formadores y sacerdotes del clero rosarino. 

Asistieron a la celebración los diáconos permanentes de la arquidiócesis y de la comunidad del Seminario Arquidiocesano San Carlos Borromeo.

En su homilía, monseñor Martín destacó que estos tres jóvenes den “su sí definitivo al Señor con todo lo que hay detrás de ellos, de vida cristiana, de vida de Iglesia” y consideró que son “un testimonio de vitalidad cristiana y vitalidad en la Iglesia”. 

“Al haber jóvenes que se entregan al Señor, a la Iglesia, al Pueblo fiel, es signo de esta vitalidad y esto nos llena de alegría y esperanza”, aseguró.

El arzobispo rosarino subrayó algunas palabras de la Sagrada Escritura y les recordó a los tres jóvenes que “Dios los llama a ser sacerdotes, santos” y dio gracias a los padres de estos seminaristas, a los que definió “colaboradores en este camino”. 

“Sin ellos ustedes no estarían aquí. Ni ustedes ni nosotros. Ellos que seguramente algún día los llevaron a la parroquia a bautizarlos. Historia de la vida cristiana. Así, Dios les fue mostrando signos, a través de los cuales, poco a poco fueron descubriendo que el Señor los quería sacerdotes. Rostros, experiencias para dar gracias”, subrayó.

Tras agradecer al seminario, a los formadores, a los profesores, a los laicos que contribuyen con su granito de arena, los animó a ser “instrumentos de la misericordia de Dios”, puntualizando: “No ser diques de la misericordia sino canales de la misericordia”. 

Monseñor Martín habló también de los sacramentos, la Eucaristía y la pobreza, animándolos a que “siempre tengan la conciencia de la desproporción entre el ministerio y lo que somos. No tengan miedo, siempre con la humilde conciencia de que somos frágiles, somos pecadores, somos vasijas de barro, somos débiles”.

Asimismo, los convocó a velar por las personas y a estar atentos de sus necesidades, recordándoles que “en ese velar está también el orar por el Pueblo de Dios”.

“Uno no se hace sacerdote para pasarla bien, ni para tener una carrera ni para tener una buena posición, ni para estar cómodo. Abnegación. Negación de sí mismo. Ofrecernos para el servicio. No pretendiendo dominar sino contribuir a la alegría de la comunidad. Si esto se hace carne, se ahuyenta el clericalismo”, sostuvo.

“Esto implica escuchar para llevar a los demás a Dios. Este es nuestro objetivo. Fracasaremos si no llevamos a nuestros hermanos y hermanas con Jesús. Que se encuentren con Cristo, no conmigo. No ser autorreferenciales”, agregó.

Por último, monseñor Martín los animó a ser “testigo y partícipe” y a poner en las manos de la Virgen, Madre de Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, “este ministerio, para que ella ampare, cobije el camino presbiteral que hoy comienzan".+