El arzobispo de La Plata destacó el significado del ramo de olivo

  • 11 de abril, 2022
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
"Que este ramo que colocaremos en nuestra casa sea un modo de liberar nuestro hogar", deseó monseñor Víctor Manuel Fernández en la misa y bendición del Domingo de Ramos.

Monseñor Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, presidió en la catedral platense la misa del Domingo de Ramos, dando inicio a la Semana Santa, y bendijo los ramos de olivo ante un gran número de personas.

El arzobispo platense destacó que “ese ramo que llevaré a mi casa significa mucho porque marca la entrada triunfante de Jesús a Jerusalén, donde mucha gente lo recibió con alegría levantando ramos y con el corazón abierto. Jesús les dio todo, les dio su vida, les entregó todo su ser sin reservas., entonces cuando veo ese ramito en mi casa vuelvo a decirle que lo recibo con el corazón abierto, y él me da todo”.

“Con los ramos en alto lo proclamaban rey de sus vidas, de manera que cuando veo ese ramito en mi casa vuelvo a decirle a Jesús: ‘Vos sos el rey de este lugar, el rey de mi vida, el rey de mi familia, el rey de mis sueños. Por eso me siento protegido’”, agregó.

Monseñor Fernández precisó que el ramo dice que “si lo proclamo a Él como mi rey no puedo tener otros reyes. Por eso renuncio a ser esclavo de cosas y de personas. No acepto arrastrarme detrás de nada ni de nadie, porque Jesús es mi único rey que sostiene mi dignidad. De ese modo, cuando veo el ramo de olivo, echo fuera todas esas esclavitudes que se han apoderado de mí y me han llenado de obsesiones, y entonces me siento más libre”.

Seguidamente, el arzobispo dijo que por eso hoy la pregunta es: “¿qué está dominando mi vida, a qué le he dado el poder, el reinado sobre mi vida?”.

“Dios quiere hablarnos al corazón, en el fondo para que nos liberemos de esas seguridades falsas que no nos salvan realmente sino que nos dominan, nos abruman, nos vacían”, y señaló, “lo más importante es preguntarte: ¿Qué tipo de rey quiero tener? De la boca para afuera todos podemos decir que nada ni nadie nos domina, que no tenemos un rey, que somos libres, que no somos esclavos de nada ni de nadie, que no nos dejamos dominar por nada. Pero no es así. Todos los seres humanos estamos dominados por muchas cosas, todos tenemos algunos reyes interiores que nos oprimen”.

En ese sentido, el arzobispo dijo que “nadie puede considerarse completamente libre, nadie puede decir que tiene un dominio pleno sobre sus pensamientos, sentimientos o estados de ánimo. Por eso, hoy se te propone aceptar a Jesús como rey o como Señor de la propia vida en lugar de cualquier forma de esclavitud que pueda afectar tu existencia. Para expulsar todo eso que no sirve y que reine él luminoso y radiante”.

Finalmente, monseñor Fernández deseó que “este ramo que colocaremos en nuestra casa sea un modo de liberar nuestro hogar, para que cada vez que lo veamos no sea una rama seca sino que volvamos a decir: ‘Jesús, que seas vos mi rey, que domine tu luz en esta casa’”.

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