Mons. Eguía Seguí: los héroes de Malvinas siguen en el corazón de los argentinos

  • 4 de abril, 2022
  • Buenos Aires (AICA)
El vicario general presidió una misa en la catedral, colmada de familiares de los muertos, donde afirmó que 40 años después "es imposible que no se renueve el dolor de lo que causa la guerra".

El obispo auxiliar y vicario general de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, presidió una misa en memoria de los 649 argentinos muertos en la guerra de Malvinas en la catedral metropolitana, colmada de familiares de los caídos y excombatientes del conflicto bélico en el Atlántico Sur del que se conmemoran 40 años.

El prelado porteño invitó a "poner la mirada en los que ya no están" pero que siguen presentes "en nuestros corazones y en el de Argentina" y recordó que muchos de ellos dejaron sus hogares y afectos "siendo apenas adolescentes".

"Hoy es una fecha especial porque se cumplen 40 años. Teniendo en mente la muerte de tantos inocentes que tuvieron que salir a combatir es imposible que no se renueve el dolor de lo que causa la guerra", aseguró.

El vicario general de Buenos Aires consideró que "hay que dejar atrás toda forma de violencia” y sostuvo: “Esta fecha tiene un tono especial porque lo hacemos desde el dolor de la ausencia de quienes ya no están. Lo que más duele es lo que pudieron ser".

"Esto es lo que más duele, lo que pudieron ser", insistió y afirmó: "¿Cómo se sana esa herida? ¿Cómo se llena ese vacío? Solo es posible en el recuerdo, en la memoria, en la fe".

Monseñor Eguía Seguí destacó que se le haya dado un marco artístico y celebrativo a esta misa en memoria de los caídos, al hacer referencia a que el coro estuvo a cargo del Grupo de Música Litúrgica, y el trío lírico "Héroe" realizó un homenaje interpretando el Aleluya y cerró con su tema “Unidos por la Paz”, cuyo videoclip fue grabado en las Islas Malvinas.

"Los cirios que encenderemos por cada uno de los caídos en Malvinas y la oración en el 'Olivo de la Paz' -al cual nos acercaremos al culminar la misa- será reflejo de nuestra fe y de nuestra convicción: ellos siguen vivos en nuestros corazones y en el corazón de nuestra querida Argentina. ¡El amor no pasará jamás! ", concluyó.

Al finalizar la celebración eucarística, se repartieron 649 velas entre los presentes, que las encendieron y caminaron hasta el Olivo de la Paz en la Plaza de Mayo, plantado el 29 de marzo de 2000 por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco.

En la Plaza de Mayo, la Banda del Regimiento de Infantería 1 Patricios entonó las estrofas del Himno Nacional Argentino y se desplegó una bandera de 230 metros de largo con la ayuda de los familiares.

Adhesión de la Acción Católica de Buenos Aires
La  Acción Católica de Buenos Aires adhirió al homenaje a los caídos y excombatientes de Malvinas en la catedral metropolitana.

La presidente de la institución laical, Ana María Pérez Bodría, manifestó: “Sentimos la necesidad imperiosa de no estar ausentes en la Eucaristía y los posteriores homenajes para expresar nuestro total agradecimiento a los 640 jóvenes que antepusieron al peligro su valentía, entregando sus vidas, por lo que no dudamos ni un momento en acompañar al arzobispado de Buenos Aires para rezar por ellos, como también por los que pudieron regresar con todo el dolor que les significaron sus secuelas físicas y psíquicas de las que tampoco quedaron ajenas sus propias familias”.

“Cargaron su cruz con un gran sufrimiento en situaciones adversas y, en tiempo de Cuaresma, días especiales para la oración interior y la reflexión que nos ayuda a acercarnos a Jesús, oramos para que la paz reine siempre en los corazones de los sobrevivientes y sus familiares, en el marco de nuestra sociedad que contribuya para cimentar fraternidad y diálogo sin asperezas”, concluyó.+

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