Mar del Plata comenzó a transitar el primer sínodo diocesano

  • 25 de marzo, 2022
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
Con la presencia de más de 400 sinodales, la diócesis de Mar del Plata tuvo su primera jornada de trabajo del Sínodo Diocesano.

Más de 400 sinodales participaron el jueves 24 de marzo de la primera sesión del camino sinodal diocesano de Mar del Plata, orientado a poner en común propuestas para una evangelización y catequesis renovadas.

La primera jornada se desarrolló en el colegio Santa Cecilia, en un clima de fiesta, alegría y trabajo. El obispo, monseñor Gabriel Mestre, agradeció a los sinodales titulares y suplentes y a todo el clero. También elevó un saludo de agradecimiento al equipo de animación sinodal, luego de tanto tiempo de trabajo.

Luego se dieron a conocer las formas de trabajo y los responsables de distintas tareas operativas. Los temas esenciales del sínodo girarán en torno a la evangelización renovada, la catequesis renovada, y los ejes transversales de familia, jóvenes y pobres.

En la misa de apertura de las sesiones de este primer sínodo diocesano, el obispo pidió la primacía de la gracia de Dios y conversión misionera para la renovación sinodal.

El prelado invocó la intercesión de San ÓOscar Romero de América y el modelo indiscutible de fe comprometida del venerable Eduardo Francisco Pironio, segundo obispo de la diócesis.

Es su homilía, a la luz de la Palabra, monseñor Mestre se dirigió a todos, pero de manera muy particular a los sinodales y propuso tres impulsos sintetizados en tres palabras: Gracia, conversión y sinodal.

“Estos tres impulsos se los pido a ustedes, queridos sinodales, a la hora de entrar ya por primera vez, dentro de unos pocos minutos en el Aula Sinodal: gracia, conversión, sinodal… 1. Primacía de la gracia de Dios, 2. Conversión misionera para renovar la evangelización y la catequesis, 3. Ejercicio del estilo sinodal: escucha, diálogo y discernimiento” dijo el obispo.

“Luego de más de tres años de preparación, pandemia de por medio, hoy comenzamos nuestro primer sínodo diocesano para la vivencia, transmisión y compromiso de la fe. Los frutos del Sínodo no arreglarán todos los problemas de la vida de nuestra Iglesia, solo abordaremos algunos y propondremos lo que Dios suscite en todos y en cada uno. Lo hacemos con la dulce intercesión de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, y nuestra patrona Santa Cecilia”, finalizó.+