Los obispos del Mediterráneo preocupados por el destino de Europa

  • 1 de marzo, 2022
  • Florencia (Italia) (AICA)
"El momento actual es dramático" señaló el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, cardenal Gualtiero Bassetti.

En el marco de la Asamblea conjunta de alcaldes y obispos del Mediterráneo -que concluyó este último fin de semana en Florencia con la firma de una Declaración Común de Intenciones de Paz-, el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), cardenal Gualtiero Bassetti, expresó su preocupación por el destino de Europa con la guerra de Ucrania que se mezcla con las esperanzas de convivencia entre pueblos y culturas. El cardenal volvió a citar en su introducción al exalcalde de Florencia, Giorgio La Pira: “Que el Mediterráneo vuelva a ser lo que fue”.

El núcleo del mensaje de Bassetti es que las armas nunca resolvieron los problemas. “El momento actual –según el presidente de la CEI– es verdaderamente dramático”. “No podemos dejar de mirar el conflicto en curso y expresar toda nuestra preocupación y consternación por lo que está ocurriendo”, dijo el cardenal. “Conocemos bien esta lacra, por eso pedimos y seguimos pidiendo la paz”, añadió Bassetti.

El cardenal continuó explicando que “todo conflicto es una matanza inútil”, como dijo Benedicto XV duranta la I Guerra Mundial: “El presente sólo puede encerrarse en una palabra que se convierte en una invocación: ¡la paz!”. 

El cardenal Bassetti expresó la confianza de empezar un proceso “de fraternidad y de conocimiento de las diversidades que son una gran riqueza”, que no se trata simplemente de una idea. “La belleza del mosaico de tradiciones y culturas, vulnerado por los dramas vividos por muchos de nuestros pueblos”, concluyó el purpurado.

“Es imprescindible para que el Mare Nostrum vuelva a ser un cruce de historias y tradiciones y deje de ser un doloroso cementerio”, añadió el presidente de la CEI.

El papa Francisco tenía que estar presente en la última jornada del Encuentro de los Obispos y Alcaldes del Méditerraneo. Sin embargo, a causa del dolor a la rodilla, Francisco se tuvo que quedar en Roma. La jornada se reprogramó con una concelebración de la Eucaristía en la Basílica de la “Santa Croce” presidida por el cardenal Bassetti, con la presencia del presidente de la República, Sergio Mattarella.

La misa estuvo precedida por un encuentro privado con un grupo de refugiados y desplazados, con el presidente de la CEI, junto con el cardenal Betori de Florencia, y el alcalde Nardella.+