La comunidad judía en Córdoba agradeció la tarea pastoral de Mons. Ñáñez
- 3 de diciembre, 2021
- Córdoba (AICA)
Autoridades comunitarias y dos rabinos obsequiaron al arzobispo emérito de Córdoba un Pentateuco en hebreo y español a modo de reconocimiento por su labor a favor del diálogo interreligioso.
El presidente del Centro Unión, contador Hugo Waitman, junto con los rabinos de la Kehilá, Marcelo Polakoff y Gabriel Pristzker, le hicieron entrega de un Jumash (Pentateuco en hebreo y español) a monseñor Carlos José Ñáñez, arzobispo emérito de Córdoba, agradeciendo su acompañamiento y presencia siempre durante tantos años para con la comunidad judía local.
El acto fue en el templo Beit Israel, en el marco del encendido de la tercera vela de Janucá, la fiesta judía de las luminarias.
Estuvieron presentes también el presidente de Macabi Noar, Gustavo Serlin y miembros del Comité Interreligioso por la Paz (Comipaz): monseñor Pedro Javier Torres, obispo auxiliar de Córdoba; Mara Pedicino y Mario Di Loro, por la Dirección de Culto de la Municipalidad de Córdoba; Jorge Abugauch por la comunidad islámica; Lilian Merdinian por la comunidad armenia; y el pastor Norberto Ruffa por la comunidad evangélica, entre otros.
Monseñor Ñáñez agradeció el presente y recordó algunos momentos compartidos con la comunidad judía no sólo en estos 23 años de servicio pastoral, sino durante toda su vida. Asimismo destacó que una de las cosas que enriqueció su trabajo pastoral fue la experiencia del Comipaz.
El prelado también expresó que una de las cuestiones a destacar es la actitud de reconocerse como hermanos y de apreciarse, quererse y valorarse y eso fue muy importante en su experiencia pastoral.
Asimismo tomó como centro de interés en su trayectoria el llamado a la fraternidad y recordó el llamado del papa Francisco a reconocerse como “todos hermanos”, en medio de la pandemia.
Por último, monseñor Ñáñez destacó que es posible vivir y trabajar juntos respetándose desde las distintas tradiciones y afirmó: "No tenemos que importar problemas que se generan en otras latitudes y sí exportar la experiencia que podemos vivir de manera respetuosa y amable en un clima de paz y de justa valoración perteneciendo a distintas tradiciones religiosas y sin pretensión de imponernos unos a otros, sino de enriquecernos mutuamente".+