Mons. Mestre: "Solo Cristo Rey nos puede dar la seguridad que anhelamos"

  • 24 de noviembre, 2021
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En la solemnidad de Cristo Rey, el obispo de Mar del Plata reflexionó en tres puntitos: "Quién reina en mi corazón", "Solo tenemos seguridad en Jesús" y "La cruz y la verdad" como semillas.

En su mensaje dominical de la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, monseñor Gabriel Antonio Mestre, obispo de Mar del Plata, invitó a preguntarsé "quién reina en mi corazón", a poner "la seguridad en el Reino de Dios", y a "estar abiertos a la verdad" para entender el mensaje de la cruz del Señor. 

¿Quién reina en mi corazón, en mi familia y en mi ambiente?
En primer lugar, el obispo invitó a cuestionarse: “Desde la perspectiva personal hasta todas las dimensiones comunitarias y sociales podemos buscar diagnosticar quién está reinando”. 

Y explicó: “La realeza de este mundo es muy fuerte y logra impregnarlo todo. Pensemos en el reino de la mentira, de la falta de compromiso, del pecado, del miedo, del fanatismo, de la falta de posibilidades para los más pobres. El reino de la violencia y la guerra, del pesimismo y la opresión, de la muerte y la indiferencia”.

Además, agregó: “Varios de los reinos de este mundo se traducen, de una u otra forma, en una suerte de obsesión unilateral por una determinada persona, grupo o ideología (sea cual fuere la orientación) que quita libertad”. 

Solo tendremos seguridad en la realeza de Jesús
En este punto, reivindicó que “ninguno de los reinos de este mundo nos puede dar seguridad. Solo el Reino de Dios, solo Cristo Rey nos puede dar la seguridad que anhelamos ante tanta inestabilidad”.

“El prefacio de la misa de este día describe el Reino de Dios con estas palabras: reino eterno y universal, reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reino de justicia, de amor y de paz. Este es el Reino de Dios, este es el Reino que da auténtica seguridad”. 

La cruz y la verdad como semillas del Reino de Dios

Para terminar, señaló: “Es paradojal que el Señor se presente como Rey Eterno en el momento en que está como prisionero y a punto de ser crucificado. Queda lejos la imagen de un rey glorioso según las categorías de este mundo y se da lugar a una visión distinta”. 

“Una vez más se hace patente que los caminos de los hombres no son los caminos de Dios. El poder y el reinado de nuestro Dios se hacen presentes en la cruz salvadora. Además, en este contexto de pasión, el reinado de Jesús se manifiesta en esta realidad tan ausente en nuestros días: la verdad”, expresó. 

Y concluyó: “Sólo los que estén abiertos a la verdad serán capaces de escuchar en profundidad y entender el mensaje del Señor. Los que tengan esta actitud serán parte del Reino de Dios que no se identifica con los poderes triunfalistas de este mundo sino con los valores más profundos del Evangelio”. +