Falleció un sacerdote de Chascomús

  • 4 de noviembre, 2021
  • Chascomús (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Chascomús, monseñor Carlos Humberto Malfa, comunicó el fallecimiento del sacerdote Jorge Horacio Guita, ocurrido el 3 de noviembre a sus 83 años.

El obispo de Chascomús, monseñor Carlos Humberto Malfa, comunicó el fallecimiento del presbítero Jorge Horacio Guita, ocurrido el 3 de noviembre en el Hogar San José de la Montaña, de San Miguel del Monte.

Sus restos fueron llevados a la parroquia San Roque, de Dolores, donde en la mañana del jueves, el obispo celebró la misa exequial, y luego trasladados al cementerio local para su sepultura.

La comunidad encomendó el alma del sacerdote a la Misericordia de Dios.

Presbítero Jorge Horacio Guita
El padre Jorge Horacio Guita nació en la ciudad de Buenos Aires el 24 de noviembre de 1937, pero desde muy pequeño se instaló con su familia en Temperley, partido de Lomas de Zamora, donde transcurrió su infancia y adolescencia, cursando la educación primaria y el bachillerato en el colegio Manuel Belgrano, regido por la Congregación de Hermanos del Sagrado Corazón.

Completados sus estudios secundarios, y habiendo llevado una vida práctica en la Iglesia en torno a la parroquia Nuestra Señora de la Piedad, donde militó en la Acción Católica y sobre todo en la Legión de María, institución de la que fue miembro fundador, sintió el despertar de su vocación sacerdotal. Fue así que ingresó al seminario de Vocaciones de Adultos, que funcionaba entonces en Gándara, en el año1958, bajo el pontificado del santo papa Pío XII.

Pasó luego al seminario Mayor San José, de la Plata, donde cursó sus estudios de Filosofía y Teología y se inició en la enseñanza de la Catequesis. El 11 de julio de 1965 en la catedral Nuestra Señora de la Paz, de Lomas de Zamora, fue ordenado sacerdote por el entonces obispo diocesano, monseñor Alejandro Schell.

El mismo año fue designado prefecto y profesor del seminario menor Nuestra Señora de Luján, de La Plata, comenzando una actividad docente que luego ejercería, a nivel terciario, a lo largo de 35 años, completándola en el Instituto del profesorado Francisco de Paula Robles, de Dolores, donde finalmente se jubiló.

Sacerdotalmente, el padre Jorge desempeñó su Ministerio en diversas parroquias de la diócesis de Lomas de Zamora, siendo la más destacada la de Nuestra Señora de Fátima donde con mucho esfuerzo y la ayuda generosa de personas de buena voluntad y probada fe católica, pudo levantar un nuevo templo parroquial. El mismo fue solemnemente bendecido el 17 de diciembre de 1972, con la presencia de las más altas autoridades de la provincia de Buenos Aires.

Al mismo tiempo, fundó y llevó adelante los Ateneos Parroquiales; una iniciativa apostólica, social y deportiva, con jóvenes y adolescentes, que muy pronto pasó de un simple ensayo con un grupo de niños, a una gran obra de la juventud. En los Ateneos hubo lugar para las más diversas expresiones: encuentros comunitarios, obras de teatro, concursos literarios, jornadas deportivas y, sobre todo, los viajes y campamentos que dejaron recuerdos y experiencias imborrables en todos sus participantes.

Por más de 20 años, los campamentos ateneístas llevaron numerosos grupos de chicos y jóvenes desde Salta y Jujuy hasta San Carlos de Bariloche, Mendoza, Córdoba y Rosario, e incluso a Montevideo, en la República del Uruguay. Por encima de todo, los Ateneos tuvieron siempre, en sus diversas actividades, un objetivo espiritual. La misa, los sacramentos y la formación cristiana de jóvenes y niños, estuvieron constantemente presentes y fueron factor fundamental para que muchos profundizaran su fe.

El padre Jorge también integró el Movimiento Familiar Cristiano, y en carácter de asesor, viajó en 1981 a los Estados Unidos, donde permaneció ocho meses desarrollando diversas tareas con miembros de la institución de habla hispana, en el Estado de California.

Dos años más tarde, sus antiguos maestros lo invitaron a visitar los colegios de su congregación en España, donde permaneció un año visitando lugares de gran trascendencia religiosa, como la basílica Nuestra Señora del Pilar y la catedral de Santiago de Compostela, en España, los santuarios de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, y Nuestra Señora de Fátima, en Portugal. También llegó por primera vez a Roma.

La prelatura del Opus Dei lo distinguió en 1989 con una beca, para seguir estudios superiores, en la Pontificia Universidad Romana de la Santa Cruz, donde dos años después obtuvo el título de licenciado en Derecho Canónico. En ese tiempo visitó varios países de Europa, y participó de una peregrinación a Tierra Santa. Celebró sus bodas de plata sacerdotales con una misa en la capilla privada del papa Juan Pablo II, quien lo recibió luego en su biblioteca.

De regreso al país, hizo una experiencia pastoral en la diócesis de Santo Tomé, Corrientes, que concluyó en 1996 cuando viajó nuevamente a Roma para seguir el curso canónico del doctorado. Encontrándose aún en dicha tarea, fue invitado a incorporarse a la diócesis de Chascomús por el entonces obispo local, monseñor Juan Carlos Maccarone. La integración tuvo efecto al año siguiente, a partir del que se desempeñó en varias parroquias, con dos interrupciones, en 2004 y 2008, años en que viajó a Italia para trabajar pastoralmente en la diócesis de Téramo, en la región del Abruzzo.

Radicado en Dolores, el 3 de julio de 2011 el obispo de Chascomús, monseñor Carlos H. Malfa lo puso en posesión de la parroquia San Roque, administrando también la parroquia Nuestra Señora de la Merced, de General Guido. En 2015, cumplió sus bodas de oro sacerdotales.+