Mons. Moon: "Ser purificados por Dios"

  • 1 de septiembre, 2021
  • Venado Tuerto (Santa Fe) (AICA)
El obispo coadjutor de Venado Tuerto reflexionó sobre el evangelio de este domingo 22 durante el año, y expresó que "en el fondo de nuestro corazón necesitamos a nuestro padre Dios".

Monseñor Han Lim Moon , obispo coadjutor de Venado Tuerto, comenzó su homilía de este domingo con el ejemplo de una mujer adoptada en Italia que buscaba a su padre biológico coreano y estaba dispuesta a viajar a Corea para encontrarlo. En ese sentido, el obispo remarcó la importancia de las preguntas fundamentales como “¿quién soy yo? ¿Para qué nací ?, ¿quién es mi verdadero padre? ”.  

“En el fondo de nuestro corazón necesitamos encontrar a nuestro padre Dios, además del padre biológico. Pero para encontrar a Dios el hombre se siente indigno, impuro por el pecado original y el pecado personal ”, declaró el obispo coadjutor. Con relación a esto, describió que los judíos empezaron a hacer sus interpretaciones de los mandamientos y agregaron preceptos, 613 en total, para 'estar mejor ante Dios' ”.

“Estaban tan abocados a cumplir los preceptos humanos que se sentían muy pesados ??y cumplían, pero se olvidaban cuál era el espíritu. Era decir 'yo cumplí', pero en realidad mentían”. “Entonces, así se forman dos caras y por eso Jesús los llama hipócritas. Por fuera parece que está todo bien, pero por adentro no ”, advirtió.

Por último, monseñor Moon afirmó que Jesús “nos dio la Buena Noticia en tres aspectos. En primer lugar, resumió los 613 mandamientos en uno solo, el mandamiento del amor. En segundo lugar, afirmó que “vino por los pecadores”. En tercer lugar, “nos purifica a través de su Palabra”.

En cuanto a esto, agregó: "Para la comunión con Dios, es necesario estar purificados por Dios interiormente. La pureza exterior mucho no sirve y la pureza moral hasta ahí nomas. Para estar puros e inmaculados tenemos que ser purificados por Dios".

“Para que nosotros entremos en comunión con Dios, Él mandó a su Hijo y está presente acá en cada Eucaristía, por eso cada vez que nos alimentamos de Él, entramos en comunión con Dios”, concluyó. +