Mons. Scozzina instó al diálogo para resolver el conflicto con los docentes autoconvocados

  • 21 de agosto, 2021
  • San Ramón de la Nueva Orán (Salta) (AICA)
El obispo de Orán pide a líderes sociales y responsables gubernamentales de Salta arbitrar "los medios del diálogo y la búsqueda de la justicia para la resolución pacífica de este conflicto".

El obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, expresó su preocupación por la prolongación del conflicto del gobierno de la provincia de Salta con los docentes autoconvocados, con la consiguiente suspensión de las clases y los cortes de rutas que profundizan aún más la conflictividad social.

En un mensaje a los trabajadores de la educación salteña, el prelado consideró que “se puede y se debe generar un espacio urgente de diálogo honesto, porque este es un problema social que además agudiza la herida del desempleo en nuestra región”.

Monseñor Scozzina lamentó que las posiciones todavía estén “lejos de arribar a los acuerdos esperados” y suplicó a Dios “se puedan encontrar los caminos adecuados para la resolución de este conflicto a la mayor brevedad posible, sin aumentar los costos sociales, familiares, personales y económicos que conlleva”.

Asimismo, rogó a los líderes sociales y a los responsables gubernamentales que “arbitren los medios del diálogo y la búsqueda de la justicia para la resolución pacífica de este conflicto”. 

El paro de actividades de los Docentes Autoconvocados de Salta pidiendo por mejoras salariales ya lleva 20 días y sin miras de resolución, dado que el Ministerio de Educación provincial mantiene firme su postura de no reunirse con ese sector de los educadores.

Texto del mensaje
Ante la difícil situación de público conocimiento que atraviesa nuestra provincia por la prolongación del conflicto de nuestros trabajadores de la educación, como Iglesia diocesana, queremos manifestar nuestra preocupación, nuestra solidaridad y compromiso por la urgente resolución de este conflicto que ya lleva muchos días.

Nuestra principal preocupación son los trabajadores y sus familias, los primeros afectados por este prolongado conflicto, muchos de los cuales la situación de pandemia los afectó gravemente.

Creemos que se puede y se debe generar un espacio urgente de diálogo honesto, porque este es un problema social que además agudiza la herida del desempleo en nuestra región.

Constatamos y valoramos los esfuerzos realizados desde el inicio del conflicto por muchos actores que con más buena voluntad que poder de decisión intentaron tender puentes. Lamentablemente las posiciones todavía están lejos de arribar a los acuerdos esperados.

En el marco de estos días tan caros a nuestra fe cristiana, suplicamos a Dios se puedan encontrar los caminos adecuados para la resolución de este conflicto a la mayor brevedad posible, sin aumentar los costos sociales, familiares, personales y económicos que conlleva.

ruego a los líderes sociales y a los responsables gubernamentales arbitren los medios del diálogo y la búsqueda de la justicia para la resolución pacífica de este conflicto.+