Mons. Ñáñez a los diáconos: "Ustedes son llamados como amigos del Señor"

  • 1 de julio, 2021
  • Córdoba (AICA)
El arzobispo de Córdoba presidió la ordenación diaconal de Diego Castro, en camino al sacerdocio, y de Guillermo Contreras y Rómulo Senn, como diáconos permanentes.

En la jornada del lunes 28 de junio, el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, presidió la celebración eucarística en la que fueron ordenados diáconos Diego Castro, Guillermo Contreras y Rómulo Senn, en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes y Santo Cura de Ars de la ciudad de Córdoba.

Con el lema de ordenación “El que quiera servirme que me siga”, Diego Castro está en camino al sacerdocio, mientras que sus compañeros Guillermo y Rómulo, fueron ordenados como diáconos permanentes.

“Es fundamental percibirnos, descubrirnos, poseyendo la misma dignidad. Y trabajamos juntos con variedad de dones, con el desafío de compartir nuestros dones”, les dijo el arzobispo Ñáñez. 

Haciendo mención a la pandemia, el prelado rezó de modo especial por los enfermos y personal sanitario “de un modo especial nos ponemos bajo la protección de Nuestra Señora de Lourdes, intercesora de los enfermos”. Y en vísperas de la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo “rezamos por el Papa”, expresó.

“La palabra de Dios proyecta su luz sobre esta circunstancia, porque la vocación es obra de Dios y San Pablo le escribió a los Gálatas: ‘Cuando Dios quiso, me llamó’”, mencionó el obispo a los nuevos ordenados, y resaltó que “la vocación viene de Dios, no es un proyecto personal, y siempre es en vistas de una misión. En el diacono, especialmente, es un servicio de caridad”.

Monseñor Ñáñez explicó que “la misión de ustedes es entregar a Jesucristo Salvador, predicando y sirviendo incansablemente en su nombre. La misión y la vocación se apoyan, se fundan en la misión de parte del Señor”. 

“Ustedes son llamados como amigos del Señor y tienen que vivir en esa amistad. El llamado y la respuesta son realidades dinámicas. El Señor llama y llama cada día, siempre en el mismo sentido, cada vez con más profundidad. Por eso cada día también tiene que dar esa respuesta al Señor. Es una amistad que cada día se hace más junta”.

Hacia el final, el obispo resaltó la importancia de la formación permanente y les dijo: “Queridos Diego, Guillermo y Rómulo, la Iglesia de Córdoba los acompaña con confianza en este día de su ordenación y los acompaña con confianza y los encomienda a María Santísima, al Santo Cura de Ars y al Santo Cura Brochero, deseándoles un ministerio alegre, fecundo y fiel”.+