Mons. Nannini instó a ponerse en pie, caminar y evangelizar

  • 1 de julio, 2021
  • San Miguel (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Miguel presidió la misa dominical en la catedral local, donde animó a vivir "el vínculo personal con Jesús y abrirnos a lo eterno como solución definitiva a la muerte".

El obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, explicó que, en el Evangelio del domingo décimotercero durante el año, dos personas son los protagonistas, un hombre y una mujer, que tienen dos cosas en común.

“Lo primero es que ambos están pasando por una situación de desesperación y lo segundo es que ambos recurren a Jesús para encontrar en Él la respuesta, la salvación”.

“La mujer, que es anónima, desde hacía 12 años estaba enferma, en un estado de gran debilidad y también de impureza, de marginación social y religiosa. El hombre es Jairo, jefe de la sinagoga, ‘una persona prestigiosa dentro de esa comunidad, encargado de organizar las liturgias, de nombrar los colaboradores y de mantener y cuidar la sinagoga. Sin embargo, está tan desesperado que cae de rodillas ante Jesús porque su hija de 12 años se estaba muriendo’”.

El prelado explicó que ambos describen un camino de fe, al afirmar: “En el camino de la fe que todos hacemos siempre vamos a tener muchos momentos desesperados”.

“Tengamos la fe de esta mujer y la fe de este hombre de recurrir a Jesús confiando en Él y en su poder, sabiendo que esta fe tiene que trascender la curación inmediata para llegar al vínculo personal con el Señor y abrirnos a lo eterno, no solamente una curación temporal sino a la solución definitiva sobre la muerte que es la resurrección”, precisó.

Monseñor Nannini sostuvo que en el vínculo personal con Jesús está la posibilidad de vivir este amor de Dios que es la vida, porque la vida brota del amor. “Una vida sin amor por más que se prolongue eternamente no tiene sentido”.

Asimismo, pidió mirar dos actitudes de Jesús para imitarlo o pedir la gracia de poder imitarlo. Una es la del equilibrio entre la atención a la multitud y la preocupación a lo personal: “Vino Jairo le planteó un problema y para Jesús lo único importante en ese momento fue Jairo y su problema”.

“Lo mismo pasa con la mujer, su enfermedad y su historia.  Lo mismo sucede cuando pide que le den de comer a la niña, para que recupere las fuerzas. Es el don de estar en lo global y en el detalle”.

El obispo de San Miguel recordó al Siervo de Dios cardenal Eduardo Pironio, quien en el Vaticano se interesaba en detalle y con calidez, por cada persona que iba a visitarlo.

Por último, monseñor Nannini hizo mención a las palabras que San Juan Pablo II aplicó a la Iglesia, para trasladarlas al país: “Iglesia de la Argentina, ¡levántate y camina!” y consideró que “es hora, de a poquito con toda la prudencia y todo el respeto y todos los protocolos, de ponernos en pie y caminar y evangelizar y otra vez testimoniar la vida de Cristo tratando de llenar esa gran carencia, la gran enfermedad del hombre que es la falta de amor”.+