"Los jóvenes necesitan la presencia de los padres en ese mundo doloroso y destructivo"

  • 29 de junio, 2021
  • Mendoza (AICA)
"Aunque ellos ya no estén juntos, estos hijos necesitan su presencia, la seguridad de su fe, la firmeza de su amor", sostuvo el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo en su reflexión semanal.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa dominical en la parroquia Virgen Niña y Señor del Milagro, de la capital mendocina, donde reflexionó sobre los  valores que animan a la comunidad y el pedido de un padre a Jesús para que salvara a su hija que agonizaba.

“Junto al padre y a la madre de la niña, Jesús se acerca para tomarle de la mano y llamarla a la vida. Ese gesto de autoridad de Jesús, en la intimidad del encuentro de este grupo familiar, culmina con la niña revivida que comienza a caminar. Me parece una escena que además de conmovernos, nos llama a la reflexión sobre la fuerza de la presencia y la oración familiar junto a los hijos”, destacó en la homilía.

“¡Cuántas situaciones difíciles viven hoy tantos jóvenes, adormecidos por opciones o situaciones de muerte! ¡Cuánta necesidad de la presencia de los padres en ese mundo doloroso y destructivo!”, exclamó, y recordó: “Aunque ellos ya no estén juntos, estos hijos necesitan su presencia, la seguridad de su fe, la firmeza de su amor, que pasen por arriba de los que gritan o se burlan, de los que están como espectadores sin compromiso alguno con esa vida frágil que se les escurre entre las manos”.

El arzobispo mendocino sostuvo que “frente a las necesidades de un hijo o una hija, los padres estarán siempre llamados a dejar de lado posiciones y prejuicios, también las diferencias entre ellos, para ponerse en las manos de Dios y cercanos a la vida que ellos mismos llamaron a la existencia…. Porque el Señor, como nos dice la primera lectura, nos ha creado para la vida”.

“Pidamos a Dios por nuestros niños y jóvenes. Los datos de pobreza en la niñez que se han conocido en este último tiempo son alarmantes. Muchísimos niños y niñas argentinas están bajo la línea de pobreza, con innumerables consecuencias para ellos, en enfermedades y falta de posibilidades de incorporarse normalmente a la vida social. ¡Cuántas veces hemos escuchado las enseñanzas de médicos y especialistas sobre la incidencia de la desnutrición en la vida joven y adulta de las personas…!”, subrayó.

“Pero, además, en la escena evangélica, la niña revivida comienza a caminar y se integra a los presentes. Cuando hablamos de tantos jóvenes de algún modo ‘moribundos’, en razón de cosas que les afectan y alienan, no dejamos de aspirar a que también ellos se integren viva y realmente a la sociedad. Los planes y las ayudas económicas que puedan ofrecérseles, serán incentivos propios de la emergencia; pero todos sabemos cuánto necesitamos de jóvenes que sean auténticamente protagonistas de la vida social”, aseveró.

Monseñor Colombo aseguró que “con Jesús es posible la vida nueva”, y concluyó: “Él quiere nuestro bien y así lo manifiesta en esta conmovedora escena evangélica. Como Iglesia siempre estaremos llamados a multiplicar estos signos del amor y compromiso divinos”.+

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