Mons. Mestre: "Jesús, el 'médico' que nos libera y rescata"

  • 30 de junio, 2021
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Mar del Plata escogió las palabras "fragilidad", "búsqueda" y "comprender", para sintetizar en tres puntos su reflexión semanal.

Monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, al meditar sobre las lecturas del décimo tercer domingo del año, propuso tres puntos para reflexionar sintetizados en: “fragilidad”, “búsqueda” y “comprender”.

“En el Evangelio de este Domingo se concentran dos acontecimientos literarios diferentes pero unidos en una sola pieza. Ambos relatos leídos en unidad poseen una riqueza teológica muy grande. La situación del texto en su versión más extensa es única, se da una especie de relato sándwich: comienza un relato, se interrumpe por otro, se vuelve al relato que se había iniciado”, explicó. 

La "fragilidad" de la enfermedad y la muerte
“La enfermedad y la muerte toca la vida de dos mujeres: una niña y una adulta. Es más dramático todavía porque una es niña y la otra padece la enfermedad desde hace mucho tiempo y ha batallado sin poder obtener nada. Además, tengamos presente que ambas son mujeres en un contexto sumamente machista en lo social y religioso de aquellos tiempos. Las situaciones de las dos nos hacen tomar contacto con el límite de lo humano, con la ´fragilidad´ de la vida en sus múltiples expresiones”, señaló.

El obispo marplatense comentó que “la enfermedad crónica de la mujer y la muerte de la niña son símbolos de nuestras enfermedades: físicas y, sobre todo, las espirituales y sociales. Es sugerente la ´fragilidad´ de la pérdida de sangre de la mujer adulta. En la mentalidad semita antigua la pérdida de sangre es pérdida de vida. ¡Cuántas ´fragilidades´ experimentamos en la vida cotidiana! Cada uno de nosotros, las personas que amamos, los hermanos que están en nuestros contextos y entornos”.

La "búsqueda"…
El obispo afirmó que “existe otro común denominador en los dos relatos y es la ´búsqueda’. Tanto de Jairo para su hijita, como la mujer para ella misma. Jairo, siendo un líder religioso judío, uno de los jefes de la Sinagoga, no vacila en pedir el auxilio divino de Jesús. Lo mismo la mujer, de otra forma, pero en total ´búsqueda´: se abre paso en medio de la multitud, se acerca por detrás, toca el manto del Señor superando todas las restricciones religiosas del momento”.

“Como Jairo y la mujer con hemorragias, somos invitados a estar siempre en ´búsqueda´, a no quedarnos instalados en nuestras enfermedades y muertes. Mirar nuestras fragilidades y ´buscar´ caminos de solución y superación de las mismas. ´Buscar´ a Dios, al Señor que con su poder puede devolver la vida”, indicó. 

Jesús: el "médico" divino
“La búsqueda tiene un punto de partida: la propia enfermedad y muerte, la fragilidad propia (mujer) o ajena (Jairo). Y tiene un punto de llegada: Jesús el ´médico´ divino. El Señor es el único que puede sanar-salvar y dar la vida. Queda patente en los dos casos. Es más, en la situación de la mujer con hemorragias, incluso le regala la dignidad al superar la vergüenza y la impureza religiosa y legal que generaba una enfermedad ginecológica en aquella época”.

“La búsqueda culmina en Jesús el ´médico´ divino que a través de la gracia de los sacramentos nos da la salvación y la vida. Solo Él libera y rescata. Ojalá podamos abrir nuestro corazón a la sanación-salvación que siempre nos otorga por misericordia Jesús, el ´médico´ divino”, concluyó.+